Nave nodriza de drones gigante en fase de prueba: China revoluciona la guerra con drones
Pekín. China vuelve a marcar la pauta en lo que respecta a la conducción de guerras en el siglo XXI. La República Popular está preparando el despliegue del más grande nave nodriza de drones del mundo, el «Jiu Tian», que será probado por primera vez a finales de junio. Este sistema, apodado «la madre de los drones», con un peso de 11 toneladas, podrá transportar hasta 100 drones más pequeños, lo que seguiría revolucionando tanto las operaciones militares como civiles con drones. Según informes especializados, el portaaviones no tripulado, con una carga útil de 6 toneladas, podría recorrer distancias de hasta 7.000 kilómetros.
Presentado en la feria aeronáutica de Zhuhai en noviembre, la «Jiu Tian» ha sido diseñada específicamente para el despliegue de enjambres de drones, incluyendo drones kamikaze que atacan de forma autónoma tras reconocimiento del objetivo. Según el South China Morning Post, este sistema podría, mediante ataques coordinados en enjambre, incluso superar los sistemas de defensa aérea modernos. Las experiencias en Ucrania ya muestran la creciente importancia de estas tecnologías.
Un aspecto especialmente sensible del proyecto es la inteligencia colectiva impulsada por IA de los drones, que puede ser producida a menor costo que los sistemas defensivos contra ellos. Sin embargo, persisten dudas sobre su efectividad en zonas de alto riesgo, ya que el portaaviones en sí mismo constituye un objetivo fácilmente identificable. Los expertos militares dudan de su supervivencia en zonas de conflicto intenso.
Además de sus aplicaciones militares, ls «Jiu Tian» posee un importante potencial civil, especialmente para la ayuda en desastres. Sus enjambres de drones podrían acelerar significativamente las operaciones de búsqueda y rescate tras eventos naturales. Las pruebas previstas para junio ayudarán a entender mejor cómo integrar este sistema en la flota actual de drones de las fuerzas armadas chinas.
La innovación técnica se basa en una inteligencia colectiva avanzada: grupos de drones controlados por IA que comunican y distribuyen tareas de forma autónoma. Esto permite tomar decisiones en tiempo real sin intervención humana. Sin embargo, la comunicación y la prevención de colisiones entre cientos de drones constituyen grandes desafíos técnicos, aunque los desarrolladores chinos llevan ventaja sobre sus colegas occidentales en la resolución de estos problemas.
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