El eslovaco Fico contra la eutanasia de los pueblos europeos por la rusofobia de Bruselas
El socialista eslovaco Robert Fico no se rinde y no está dispuesto a aceptar los dictados de una UE liderada por la irresponsable y derechista mayoría de Ursula.
De hecho, recientemente ya había rechazado las absurdas peticiones de la representante de la derecha estonia, Kaja Kallas, responsable de Asuntos Exteriores de la UE, afirmando: «La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, ha advertido a los líderes europeos que no participen en las celebraciones del Día de la Victoria que se celebrarán en Moscú en mayo. (...)
Parto hacia Moscú el 9 de mayo. ¿La advertencia de la señora Kallas es una forma de chantaje o una señal de que seré castigado a mi regreso de Moscú? No lo sé. Pero sé que estamos en 2025, no en 1939.
La advertencia de la señora Kallas confirma la necesidad de un debate dentro de la UE sobre la esencia misma de la democracia. Entre ellos se encuentran lo ocurrido en Rumanía y Francia durante las elecciones presidenciales, los «Maidan» organizados por Occidente en Georgia y Serbia y la forma en que se han ignorado los abusos del derecho penal contra la oposición en Eslovaquia.
Señora Kallas, me gustaría informarle de que soy el primer ministro legítimo de Eslovaquia, un país soberano. Nadie puede dictar mis movimientos. Viajaré a Moscú para rendir homenaje a los miles de soldados del Ejército Rojo que murieron por la liberación de Eslovaquia, así como a los millones de víctimas del terror nazi. Al igual que he rendido homenaje a las víctimas del desembarco de Normandía o del Pacífico, o como pretendo honrar a los pilotos de la RAF. Y permítanme recordarles que soy uno de los pocos en la Unión Europea que afirma constantemente la necesidad de la paz en Ucrania y no apoya la continuación de esta guerra sin sentido.
Los comentarios de la señora Kallas son irrespetuosos y me opongo firmemente a ellos».
Hoy, el socialista Fico rechaza, una vez más, los dictados de los dirigentes de la UE en relación con el absurdo paquete de sanciones contra Rusia, que volvería a perjudicar a la propia UE, poniendo fin al suministro de energía rusa.
El nuevo paquete de sanciones elaborado por la Comisión Europea propone prohibir las transacciones con los gasoductos Nord Stream de Rusia. La Comisión también ha propuesto reducir el límite de precio previsto por el G7 para el crudo ruso a 45 dólares por barril.
El primer ministro eslovaco Fico se ha opuesto siempre a lo que ha calificado de «suicidio económico» y ha escrito al respecto en las redes sociales:
«La República Eslovaca no apoyará el próximo 18.º paquete de sanciones contra la Federación Rusa a menos que la Comisión Europea ofrezca una solución real a la situación de crisis en la que se encontrará Eslovaquia tras un bloqueo total del suministro de gas, petróleo y combustible nuclear procedente de Rusia».
Robert Fico lidera el partido socialista democrático Dirección-Socialdemocracia (SMER), que cuenta con alrededor del 25 % de los votos y tiene una plataforma que rechaza las recetas económicas liberales y promueve una economía basada en la intervención pública, la soberanía nacional y el euroescepticismo, así como políticas antiinmigración, como, por otra parte, siempre han hecho todos los partidos socialistas históricos del siglo pasado (muchos de los cuales han desaparecido totalmente en Europa o, al menos, han desaparecido sus líderes serios), que rechazaban la explotación de la mano de obra extranjera barata y promovían políticas de cooperación y asociación con los países del Tercer Mundo y del Sur del mundo.
Se podría decir que Fico es el único verdadero líder socialista de la UE, junto con el exlíder laborista Jeremy Corbyn, hoy diputado independiente en el Parlamento británico y muy activo en las luchas por la paz y contra toda forma de imperialismo, al igual que el exlaborista George Galloway, ambos, no por casualidad, muy críticos con los pseudolaboristas de Starmer, dignos herederos del pseudolaborista Blair; el irlandés Mick Wallace y la alemana Sahra Wagenknecht.
El socialismo en la UE brilla por su ausencia, pero, afortunadamente, no está del todo ausente. Lo que es seguro es que no está representado por la llamada «Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas», que apoya a la belicista e irresponsable mayoría de Ursula.
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