Trump y Putin: la alianza geopolítica, algo más que una llamada telefónica

 



Elena Fritz

https://pi-news.net/2025/05/trump-putin-der-geopolitische-schulterschluss-mehr-als-ein-telefonat/  

La conversación del lunes no fue una charla amistosa: fue un tanteo cauteloso entre dos realistas que saben que el nuevo orden mundial no se forjará en think tanks, sino en alianzas personales.

La llamada telefónica de dos horas que mantuvieron el lunes el presidente ruso, Vladímir Putin, y el presidente estadounidense, Donald Trump, no fue un mero intercambio de cortesías, sino la expresión de una alianza táctica emergente, una alianza que dice más sobre los actuales cambios de poder en el orden mundial que muchas cumbres oficiales.

Sobre el papel, la posición de Trump parece claramente superior: Estados Unidos sigue siendo la potencia económica más fuerte, no está (todavía) implicado en una guerra convencional en su propio continente y Trump -a diferencia de Biden- tiene margen para reposicionarse diplomáticamente. No está vinculado contractual ni ideológicamente a los dirigentes ucranianos. Puede negociar la paz si quiere.

La situación de Putin parece más difícil: el margen de maniobra geopolítico de Rusia es limitado, las sanciones de Occidente están surtiendo efecto y la guerra en Ucrania exige recursos. Pero esta visión se queda corta.

La verdad es que aquí se enfrentan dos hombres que tienen una cosa en común: tienen más enemigos dentro de su propio «Occidente civilizado» que fuera de él. Y es precisamente esta constelación la que abre una ventana histórica.

Enemigos entre amigos

Trump es probablemente la figura más peligrosa para las élites globalistas de Occidente. No porque corteje a Rusia, sino porque pone en cuestión toda la construcción arquitectónica de su poder. Es un cuerpo extraño en Davos, una amenaza en Bruselas y un rompedor de tabúes en Berlín. Y su regreso a la Casa Blanca fue un shock para todos aquellos que creían que la era de los Estados-nación populares había terminado.

Putin, en cambio, ha aprendido a vivir con la presión de la política exterior. Conoce el aparato que lleva años intentando demonizarle. Pero, a diferencia de Trump, su estructura de poder está estabilizada internamente. La posición de Trump es más frágil, no a nivel internacional, sino dentro de los propios sistemas occidentales. Y eso le hace vulnerable. Pero también abierto.

Una alianza por necesidad

Trump necesita aliados que no formen parte del establishment transatlántico. Putin necesita un interlocutor en Washington que no esté controlado por las fundaciones de Soros y los grupos de presión del Pentágono. Sus intereses coinciden. No ideológicamente, pero sí estratégicamente.

La guerra de Ucrania se está convirtiendo aquí en un catalizador. Para Putin, es un medio de asegurar la frontera occidental y desplazar los ejes de poder mundial. Para Trump, Ucrania es la puerta para liberar a Europa de sus cadenas globalistas. Su estrategia: desescalada hacia el exterior - desestabilización de los centros de poder internos occidentales.

El patrón geopolítico: ¿quién contra quién?

Trump tiene una relación complicada con China, un prudente respeto por India y una comprensión táctica de Israel y los Estados árabes. Putin, por su parte, mantiene una estrecha alianza con Persia y China, pero también canales abiertos con el mundo árabe y la India. Sus respectivas diferencias con Erdogan o Netanyahu no son insolubles, sino una expresión de profundidad estratégica.

Lo que les une es su oponente común: el cártel transatlántico, que se ha alzado por encima de los Estados nación como una fuerza supranacional bajo la apariencia del «orden mundial liberal».

Conclusión: algo más que una llamada telefónica

La conversación del lunes no fue una charla amistosa - fue un sondeo cauteloso de dos realistas que saben que el nuevo orden mundial no se forjará en think tanks, sino en alianzas personales. Trump y Putin no son aliados naturales - pero comparten un análisis, una necesidad y un objetivo: recuperar el poder soberano frente a un sistema que se ha declarado insustituible.

Para los europeos -y para Alemania en particular- esto significa que si incluso Washington y Moscú están forjando nuevas alianzas más allá de las líneas ideológicas, entonces ya es hora de poner a prueba política la recuperación de la soberanía de los Estados-nación de la UE.

Porque el nuevo orden mundial no se está escribiendo en Bruselas.

Commentaires

Posts les plus consultés de ce blog

El fin de Olimpia

Los "valores"de Wokoccidente

Reflexiones sobre la tragedia de Valencia. Lo que nadie se atreve a decir