Fertilizantes: los precios se disparan debido a las sanciones contra Rusia
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Los altos costos de la energía en Alemania y las sanciones adicionales contra Rusia están afectando gravemente el mercado alemán de fertilizantes. Los agricultores están sufriendo enormemente debido a estos desarrollos. A corto o largo plazo, esto también tendrá un impacto negativo en la producción agrícola y en la seguridad del suministro.
En la ya tensa situación del mercado europeo de fertilizantes, según un informe reciente, se perfila un nuevo desarrollo dramático. Un importante productor europeo de nitrato de amonio anunció esta semana un aumento de precio de 30 euros por tonelada, lo que marca el inicio de una nueva escalada de precios y podría sacudir a toda la industria.
El panorama es complejo: además del aumento de los costos de producción, el nuevo paquete de sanciones contra Rusia se cierne como una sombra. La posible restricción a las importaciones de fertilizantes rusos podría afectar gravemente al mercado europeo. Irónicamente, fueron precisamente estas importaciones las que el año pasado ayudaron a contener los precios, algo que no fue del agrado de los productores europeos, que ya luchaban con costos de producción más elevados.
La Cámara de Agricultura de Renania del Norte-Westfalia confirma la tendencia: “En el sector del nitrógeno, los precios de los fertilizantes están aumentando continuamente”. Esta evolución se refleja en cifras concretas en los puertos de importación alemanes: la urea se cotiza a 525 euros por tonelada, un incremento de 75 euros respecto a finales de diciembre. El nitrato de calcio y amonio (KAS) ha alcanzado los 370 euros por tonelada, el nivel más alto en un año.
Para los agricultores alemanes, esto significa un nuevo deterioro de su situación económica. La evolución de los precios de fertilizantes líquidos como AHL (311 euros/tonelada), Kornkali (325 euros/tonelada) y el crucial fertilizante fosfatado DAP (672 euros/tonelada) sigue en aumento. Sin una cantidad suficiente de fertilizantes, los rendimientos agrícolas, así como la calidad de los alimentos, se verán afectados negativamente.
Los vecinos franceses ya están experimentando lo que les espera a los agricultores alemanes: en los mercados comerciales franceses, los precios de los fertilizantes nitrogenados están aumentando notablemente. Los distribuidores alemanes, que hasta ahora se han mostrado cautelosos, probablemente seguirán esta tendencia pronto. Todo apunta a una crisis inminente, y no hay señales de alivio en el horizonte.
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