Estados Unidos, expulsado de África, se niega a marcharse. Porque son los buenos.



Enrico Toselli

https://electomagazine.it/gli-usa-cacciati-dallafrica-rifiutano-di-andarsene-perche-sono-i-buoni/

..y no quieren irse.. No, no los niños que ya han crecido pero prefieren utilizar la casa de mamá. En este caso los que no quieren irse son los soldados estadounidenses a los que los gobiernos de Níger y Chad han invitado a regresar al extranjero. No. Hic manebimus optime. De acuerdo, puede que no hayan utilizado el latín para responder, pero el fondo no cambia. Ellos, los estadounidenses, son los buenos y, por tanto, tienen derecho a mantener sus bases militares donde quieran, aunque los gobiernos locales quisieran echarles.

Y hasta se ofenden, los yanquis. ¿Pero cómo, somos los buenos, exportamos democracia con bombas, traemos multinacionales para explotaros un poco, y en vez de agradecernos, nos echáis? De ninguna manera. Nos quedamos porque estamos en una misión para Dios. Del Dios-dólar, pero cada uno elige a los dioses a su imagen y semejanza.

Y ya basta de tonterías sobre la soberanía nacional. No es un dogma absoluto. Depende de cada caso. Si nuestros enemigos no la respetan, entonces son criminales que deben ser castigados sin piedad. A ser sancionados, a ser bombardeados. Si, por el contrario, son nuestros amigos quienes no la respetan, o somos nosotros directamente, entonces la situación cambia. Como somos los buenos, podemos violar cualquier norma y cualquier frontera estatal. Nuestros intereses son intereses globales. Y dos países africanos no pueden permitirse echarnos.

Si no, organizamos la habitual insurrección popular prepotente y colorida, y si el gobierno se defiende, intervenimos con bombarderos para defender la democracia. Comme d'habitude..

Commentaires

Posts les plus consultés de ce blog

Carl Schmitt: Estado, movimiento, pueblo

Entrevista con Yona Faedda, portavoz del colectivo Némésis, procesada por llevar carteles en los que se leía "Libérenos de la inmigración" y "Fuera los violadores extranjeros".

Un mundo heptapolar