Amazonia: Lula abre la puerta a Macron
https://novaresistencia.org/2024/04/16/amazonia-lula-abre-as-portas-para-macron/
Bajo
el discurso del "pragmatismo", las relaciones de Brasil con Francia no
han sido más que guiadas, y el reciente encuentro entre Lula y Macron
forma parte del proyecto geopolítico hegemonista ideado bajo el gobierno
de Sarkozy.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y
su homólogo francés Emmanuel Macron celebraron la asociación estratégica
entre los dos países: inauguraron un submarino franco-brasileño y
anunciaron un programa para recaudar mil millones de euros para
proyectos económicos sostenibles en la Amazonia. Sin embargo, la
disonancia fue más aguda en relación con el acuerdo UE-Mercosur.
Los
líderes extranjeros en visita oficial a Brasil no suelen incluir la
Amazonia en su ruta, pero Macron quiso empezar por allí, donde se reunió
con Raoni Metuktire, el líder indígena caiapó de 92 años al que recibió
en el Palacio del Elíseo y que personifica en Francia la batalla por la
protección de la Amazonia. Macron le hizo entrega de la Legión de
Honor.
"Queremos convencer a los que ya han deforestado de que
necesitan hacer una gran contribución a los países que aún tienen
bosques para mantenerlos en pie", dijo Lula, mientras Macron posaba para
un selfie con sus anfitriones delante de una pancarta que pedía "No al
petróleo en la Amazonia", en referencia a un controvertido proyecto de
exploración de hidrocarburos en el delta del Amazonas que Lula apoya.
Lula
dijo que Brasil necesita tener unas fuerzas armadas "altamente
cualificadas, preparadas y equipadas" para garantizar la paz cuando sea
necesario. Sin mencionar el intento de golpe de Estado que sufrió en
enero del año pasado por parte de militantes y militares pro-Bolsonaro,
Lula dijo que esa fuerza también es necesaria para enfrentar la actual
"animosidad" contra el proceso democrático en Brasil y en otros países
del mundo.
El viaje de Macron a Brasil, tras una escala en la
Guayana Francesa, territorio colonial francés en Sudamérica, refleja los
intereses mutuos tanto en medio ambiente como en defensa.
El
idilio político entre los presidentes de 78 años (Lula) y 46 años
(Macron) es evidente, a pesar de sus diferencias ideológicas, sus
posiciones irreconciliables sobre el acuerdo comercial UE-Mercosur y sus
orígenes: el francés trabajó en banca de inversión y el brasileño como
obrero metalúrgico en São Bernardo do Campo.
Brasil y Francia
pretenden aunar esfuerzos para obtener inversiones por valor de mil
millones de euros en cuatro años para impulsar la bioeconomía en la
Amazonia. Lula y su gobierno están especialmente interesados en crear un
mercado de carbono que sirva para compensar económicamente a los países
que inviertan en la protección de los bosques que capturan dióxido de
carbono.
La meseta de Guayana
Según el gobierno brasileño,
Francia es el tercer inversor en Brasil, con cerca de 38.000 millones de
dólares. El primer día de su visita, los presidentes anunciaron un
programa para recaudar mil millones de euros (1.080 millones de dólares)
destinados a invertir en proyectos económicos sostenibles en la
Amazonia brasileña y franco-guayanesa.
La primera parte del
proyecto de Sarkozy ("Le plateau das Guyanes") parece estar llegando a
buen puerto: Lula y Macron anunciaron un plan de inversiones para la
economía sostenible en la Amazonia, en un intento de reducir el
predominio "anglo" en la zona. La primera parada del viaje de Macron a
Brasil fue Belém, la puerta de entrada a la Amazonia.
Es lo que
los geopolíticos brasileños llaman "la isla de Guayana", entre el
Atlántico (al noreste y al este), la Amazonia al sur y el Río
Negro-Orinoco al oeste y al noroeste. Detrás de la estrategia
Sarkozy-Macron parece estar el interés de las empresas farmacéuticas
francesas por la gran biodiversidad del Amazonas.
Con una
"France-Afrique" que se desintegra como la Ostpolitik alemana, un
continente asiático altamente competitivo y un México con una creciente
presencia de maquiladoras chinas, Macron apunta a nichos en Sudamérica.
Mercosur-UE
Tras
reunirse con Lula, Macron viajó a São Paulo para participar en un foro
económico, donde calificó de "muy malo" el acuerdo de libre comercio
negociado entre el Mercosur y la Unión Europea y propuso la creación de
uno nuevo "que sea responsable desde el punto de vista del desarrollo,
el clima y la biodiversidad".
"Es un mal acuerdo para ustedes y
para nosotros", dijo Macron sobre un pacto que ya había dado por muerto
en enero, en pleno auge de las protestas de los agricultores franceses.
"Forjemos un nuevo acuerdo responsable sobre desarrollo, clima y
biodiversidad", propuso. Lula señaló a los franceses y a su
proteccionismo como los principales culpables de que el acuerdo
UE-Mercosur se encuentre en coma profundo y no muestre signos de
reanimación a corto plazo.
El proyecto de tratado, cuyas
discusiones comenzaron en 1999, pretende suprimir la mayoría de los
aranceles aduaneros entre las dos zonas, creando un área de más de 700
millones de consumidores. Tras alcanzar un acuerdo político en 2019,
varios países, entre ellos Francia, bloquearon su adopción, una
oposición acentuada por la crisis agrícola que asola Europa.
Macron
argumentó que las reglas de este acuerdo comercial no son "homogéneas"
con las de Europa. Brasil, peso pesado del Mercosur dirigido por Lula,
es sin embargo implacable en su defensa del acuerdo.
Cooperación militar
El
miércoles, los presidentes inauguraron un submarino convencional
franco-brasileño en los astilleros de Itaguaí, cerca de Río de Janeiro.
El
presidente brasileño subrayó que la cooperación militar con Francia no
se limita a la construcción de submarinos. "Nuestra asociación muestra
el interés de Brasil en ganar una mayor autonomía estratégica frente a
los numerosos conflictos que han surgido en el mundo", afirmó. Con estas
monumentales inversiones, Lula intenta disipar los temores golpistas de
los militares.
El acuerdo también incluye la producción de
helicópteros, el desarrollo de un satélite para garantizar las
comunicaciones militares de Brasil y la compra de un ordenador de alta
capacidad para fines de defensa.
Ambos líderes subrayaron la
importancia de esta asociación en un mundo marcado por las guerras y los
desequilibrios globales. "Permitirá que dos países importantes, cada
uno en su continente, se preparen para que podamos convivir con esta
diversidad sin preocuparnos por ningún tipo de guerra, porque hemos
defendido la paz en todos los momentos de nuestra historia", dijo Lula.
Macron
evocó una "visión común del mundo" con Lula, a pesar de sus
diferencias, especialmente sobre Ucrania. "Las grandes potencias
pacíficas que son Brasil y Francia, que deben actuar en un mundo cada
vez más desorganizado, a veces necesitan saber utilizar el lenguaje de
la firmeza para proteger la paz", dijo.
Submarino nuclear
El
"Tonelero" es el tercero de los cuatro submarinos de propulsión
convencional previstos por Prosub, un programa de 7.200 millones de
dólares para desarrollar los submarinos brasileños y su industria. El
"Angostura", el último de estos submarinos destinado a proteger los
8.500 kilómetros de costa del gigante latinoamericano, deberá ser botado
en 2025.
El acuerdo con Francia, que data de 2008, también prevé
un quinto sumergible, que sería el primer buque de propulsión nuclear
de Brasil. "Quiero que abramos un capítulo para los nuevos submarinos,
que abordemos de frente la propulsión nuclear, respetando perfectamente
todos los compromisos de no proliferación", declaró Macron. "Francia
estará a su lado", añadió el presidente francés junto a Lula.
Cambia,
todo cambia La relación del Brasil de Lula con el gobierno derechista
de Macron es lo contrario de la relación tormentosa que Francia tuvo con
su predecesor, Jair Bolsonaro. Ahora están en la misma onda,
sonrientes. Poco después de llegar al poder en 2019, Bolsonaro insultó a
la esposa de Macron, Brigitte, mientras los incendios asolaban la
Amazonia y Macron advertía al mundo sobre el impacto del fuego en la
mayor selva tropical del mundo.
Fuente: CLEA
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