Friedrich Ratzel funda la geopolítica, pero su pensamiento fue falsificado durante mucho tiempo
por Telmo Zarra
Confundida con la historia de la política exterior o con la teoría de las relaciones internacionales, la geopolítica es una ciencia de la que a menudo se habla impropiamente. Sin embargo, en Italia existen publicaciones que se refieren a ella: Limes y Eurasia. Y en 1939 vio la luz, en la Universidad de Trieste, bajo el auspicio de Giuseppe Bottai, la revista Geopolitica, dirigida por Ernesto Massi y Giorgio Roletto, que apareció hasta julio de 1943.
Ambos fundadores son herederos de la tradición geográfica nacional que se remonta a la Ilustración lombarda, que continúa a lo largo del siglo XIX y resuena, a principios del XX, en las reflexiones de irredentistas como Cesare Battisti y Ruggero Fauro Timeus.
Para evitar errores, es necesario recurrir a los padres fundadores de la disciplina. Salen ahora dos libros con ensayos de Friedrich Ratzel (1844-1904), uno de los padres de la disciplina: El mar como fuente de la grandeza de los pueblos. Un estudio político-geográfico (Anteo Ed., 140 pp., 18 euros) y Espacio vital. Un concepto geopolítico controvertido (Carocci, 214 pp., 24 euros). Este último incluye la traducción comentada de Über den Lebensraum (1897) y Der Lebensraum (1901), acompañados de ensayos inteligentemente coordinados por el curador del volumen, Matteo Marconi, que abordan sin prejuicios el pensamiento del geógrafo alemán.
Los Grimm, Goethe y la idea de Alemania
A Ratzel se debe un uso particular del concepto de Lebensraum, traducido como "espacio vital". Sin embargo, no fue él quien lo acuñó. El término ya aparece en los trabajos de los hermanos Grimm y en Goethe, y adquirirá connotaciones políticas de enorme impacto a partir de los años veinte del siglo XX.
Los dos ensayos reunidos en el volumen editado por Carocci y el propio Marconi, en la introducción y su intervención, ilustran lo reduccionista que es la versión común que presenta a Ratzel como un determinista biológico o un imperialista. Si Ratzel parte de la "definición filosófica de todo ser como algo que ocupa un espacio", ese espacio adquiere connotaciones particulares cuando se trata del hombre, no solo de la semilla de roble, el musgo o el coral.
¿Determinista? Nunca
Si la conquista del espacio es “un fenómeno general de la vida”, y por tanto afecta a todos los seres vivos, cuando lo ocupa el hombre o un pueblo, se entrelazan naturaleza y cultura. Lejos de reducir todo a una relación mecánica de causa y efecto, Ratzel —que no profundizará en el tema del espacio vital humano ni en el de la vida asociada debido a su prematura desaparición—, deja ver en sus obras que consideraba al hombre y a los pueblos como realidades dotadas de voluntad y creatividad que, al interactuar con el territorio, lo modelan y lo adaptan a las necesidades de la vida. El geógrafo alemán adopta un método antropogeográfico, distinto del determinismo físico positivista.
Volk, Lage, Raum, Kultur
En su enfoque, la acción humana, la individualidad de los pueblos (Volk), la posición geográfica (Lage) que ocupan, son variables que junto con la propia naturaleza interactúan en el espacio (Raum), dándole una forma específica. Esta es la característica de los pueblos dotados de Kultur, que para Ratzel corresponde a la capacidad de organización del suelo, es decir, a la habilidad de adaptar el entorno a sus propias necesidades.
Para Ratzel, los organismos políticos, “para ser cohesionados y sobrevivir —escribe Marconi— deben ligarse lo máximo posible al suelo a través de la capacidad de transformación del medio”. Así pues, lo que distinguiría al organismo político del biológico sería el homo faber, cuyo trabajo, en común con el de otros hombres, adaptaría el territorio a sus necesidades, creando también nuevos lazos de solidaridad. Así, la conquista del espacio por los organismos adquiere un matiz diferente al que se le atribuirá en la Alemania de 1920-1945. No debe entenderse solo como expansión, sino también como crecimiento y desarrollo, ambos fruto del trabajo comunitario de los hombres sobre la tierra. Quienes, por ideología, “simplificaban” a Ratzel, en su mayoría lo falsificaban.
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