Venta dudosa: una empresa estadounidense adquiere Heckler & Koch
Oberndorf am Neckar. Cada vez más empresas «alemanas» han dejado de serlo en realidad, ya que se encuentran en manos de grupos empresariales extranjeros o gestores de activos globales como BlackRock. Esto resulta especialmente delicado en el caso de las empresas del sector armamentístico, ya que aquí la seguridad nacional se ve directamente afectada.
Este destino ha corrido ahora también la tradicional armería Heckler & Koch (H&K), que lleva generaciones fabricando armas cortas para el ejército alemán, pero también para muchas fuerzas armadas extranjeras. A pesar de la prosperidad de sus negocios, las acciones del grupo están en caída libre. Al mismo tiempo, la empresa estadounidense Erell LLC, con sede en Wyoming, adquiere la mayoría de la empresa. Según una publicación en el Boletín Oficial Federal, la empresa actúa como nuevo accionista mayoritario. Entre bastidores actúan el banquero Philippe de Lavenere Lussan, activo en paraísos fiscales, y el inversor francés Nicolas Walewski con su holding financiero luxemburgués «Compagnie De Developpment De L'Eau S.A.» (CDE).
Desde hace años, Heckler & Koch es objeto de una batalla legal por la estructura de propiedad, ya que el antiguo accionista mayoritario Andreas Heeschen impugna la transferencia de un paquete de acciones a CDE. Un portavoz de H&K afirma que la nueva estructura no supone ningún cambio: «No ha cambiado nada en términos materiales ni de personal».
La situación económica de la empresa es paradójica: en el primer semestre, los pedidos recibidos aumentaron un 43 %, hasta alcanzar los 282,5 millones de euros, y la facturación creció hasta los 179,5 millones de euros. Sin embargo, el resultado después de impuestos se desplomó un 8 %, hasta los 11,8 millones de euros. Uno de los grandes pedidos es la producción en serie del nuevo fusil de asalto G95A1 para el ejército alemán.
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