También Colombia en la Ruta de la Seda. Y Europa cada vez más sola
Enrico Toselli
https://electomagazine.it/anche-la-colombia-nella-via-della-seta-e-leuropa-e-sempre-piu-sola/
También Colombia forma parte del programa mundial de la nueva Ruta de la Seda china. El programa que incluía también a Italia, colocándola en el centro de las iniciativas en Europa y en el Mediterráneo. Pero luego llegaron las reprimendas de RimbamBiden y la soberanía italiana desapareció como nieve al sol, para felicidad de Tajani y con Lady Garbatella feliz de intercambiar los intereses nacionales por el cuenco en la cabeza recibido del entonces amo de Washington.
El problema, en realidad, es mucho más complejo. ¿Se puede ser realmente soberano si, en lo económico, dependes de cada suspiro de los mercados internacionales? No, por supuesto. La locura autodestructiva de los tóxicos de Bruselas, con las sanciones contra el gas y el petróleo de bajo costo que llega desde Rusia, sin duda ha favorecido y enriquecido a sus amos, pero también ha penalizado la competitividad de las empresas europeas y, en particular, italianas. ¿Y Roma? Silenciosa y obediente.
Lo mismo vale para el autogol en las voitures eléctricas. Tarifas sobre las chinas, para obligar a los europeos a comprar autos de Stellantis, Volkswagen, Renault. Como si, por milagro, los europeos, cada vez más pobres y precarios, pudieran permitirse un gasto sin sentido en autos que deben avanzar a paso de tortuga para complacer a los maniáticos de la seguridad.
Por eso, boicotear a China. Y también a Brasil, a Rusia, y a los otros países BRICS que no gustan a los amos de Washington. Renunciamos a la Ruta de la Seda para que nos impongan aranceles el amigo Donald. Renunciamos a los jóvenes italianos más preparados, que se van a trabajar al extranjero, porque hay que contentar a los recaudadores nacionales que quieren imponer salarios de miseria. Renunciamos a defendernos de la invasión de inmigrantes ilegales para complacer a los magistrados inmigracionistas.
Y luego, alguien se sorprende ante el creciente abstencionismo…
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