Sin ganas de guerra: los sureuropeos no quieren rearmarse
Bruselas. La UE acaba de decidir que podrá llevar a cabo guerras en el futuro incluso sin los estadounidenses. Bruselas quiere movilizar hasta 800 mil millones de euros para ello, y para ello, pretende flexibilizar las regulaciones fiscales vigentes. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen (CDU), incluso quiere recurrir al dinero de los ciudadanos, que planea reclasificar como "inversiones" en el marco de una futura "Unión de Ahorro e Inversión" (ya informamos sobre esto).
Pero: no todos los Estados miembros de la UE quieren estar a favor del entusiasmo por el rearme. En particular, los países mediterráneos muestran poca disposición a destinar más recursos financieros para armas y municiones. Ya están muy endeudados. En el Consejo de la UE, bloquearon, para gran enojo de la comisaria de Relaciones Exteriores de la UE, Kallas, un nuevo paquete de 40 mil millones de euros para Ucrania. Y Hungría, bajo el liderazgo del primer ministro Orbán, al igual que su homólogo eslovaco Fico, está en contra de cualquier tipo de apoyo a Ucrania, a pesar de que Kiev necesita ese apoyo más que nunca en este momento.
Ya se habla en Bruselas de una "coalición de renuentes". Y: la misma tendencia que se observa en la ayuda a Ucrania también se refleja en el propio rearme. En términos de gastos en defensa, se está creando una brecha entre Norte y Sur, Este y Oeste en la UE. Mientras Polonia gasta más del cuatro por ciento de su producto interior bruto en defensa, España, que se encuentra en la última posición, solo gastó el año pasado un 1,3 por ciento. Alemania también acaba de iniciar un enorme nuevo endeudamiento para poder financiar su propio rearme. No hay esfuerzos comparables en el sur de la UE.
Italia, bajo la primera ministra Meloni, pretende alcanzar el objetivo del dos por ciento de la OTAN solo en 2029. No es de extrañar: el país, con una deuda de aproximadamente 135 por ciento de su producto interior bruto, es el segundo país más endeudado de la UE. No queda mucho margen de maniobra. En el gobierno de Meloni, el socio de coalición Lega se opone categóricamente a cualquier rearme y también votó en contra de la resolución sobre el plan "ReArm Europe" en el Parlamento Europeo.
España también duda. El presupuesto de defensa allí es tradicionalmente bajo, y se considera que la población es pacifista por naturaleza. La guerra en Ucrania no ha cambiado realmente esto. Aunque el gobierno está más alineado con la UE, un aumento del presupuesto de defensa no resulta fácil de vender al público.
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