Elon Musk compra Twitter: ¿qué significa el impulso del conocido transhumanista?

Alexander Markovics

Como un rayo, la noticia sacudió al público digital:

El hombre más rico del mundo, Elon Musk, había comprado Twitter el 25.04.2022, habiéndose convertido ya antes en el mayor accionista individual. ¿Qué significa esto para el futuro del servicio? Si hay que creer a los usuarios liberales de la plataforma, en el futuro se convertirá en un refugio para el pensamiento de derechas. En el futuro, las personalidades "woke" ya no podrán opinar en twitter, sino que sólo aparecerán insultos sexistas y racistas. Sin embargo, los usuarios atentos, tanto de la izquierda radical como de la derecha, notaron inmediatamente después de la compra que, superficialmente, no cambiará mucho el servicio: El servicio de noticias, que también desempeñó un papel importante en las revoluciones de colores de la Primavera Árabe en 2010/11, simplemente pasó de las manos de las grandes corporaciones internacionales del capital financiero institucionalizado, como Blackrock y Vanguard, a las de un capitalista individual, concretamente Elon Musk. Así que Twitter sigue siendo una empresa privada. Pero, ¿qué es lo que va a ser diferente?

En el pasado, el servicio se distinguía por intentar dar cabida a la mayor variedad posible de anuncios de otras empresas. El lenguaje y el comportamiento de los usuarios fueron regulados en el espíritu de la Cultura de Cancelación para crear un "entorno favorable a la publicidad". Como resultado, los usuarios que no gustaban eran "baneados en la sombra", lo que significaba que ni siquiera sus seguidores eran notificados de nuevos mensajes suyos. Esta fue la medida menos severa: personalidades como Donald Trump o Alexander Dugin fueron completamente bloqueados de la noche a la mañana sobre la base de acusaciones endebles.

Al mismo tiempo, en el espíritu del globalismo, se dio prioridad a los usuarios "políticamente correctos" y se les destacó en la plataforma, matando así la libertad de expresión. Esto va a cambiar ahora con Musk, que se considera un luchador fanático de la libertad de expresión. El sudafricano no sólo quiere luchar contra los spambots y facilitar la verificación de las personas para dificultar la vida de los defraudadores, sino que también quiere que la verdadera libertad de expresión prevalezca en la plataforma. Además, y este es probablemente el punto más importante para los opositores, el algoritmo también debe ser no escrito, lo que establece reglas claras para la resolución de problemas en la plataforma. Desde este punto de vista, la adquisición de Musk es sin duda un resquicio de esperanza que permitirá un debate político más abierto en la plataforma. Sin embargo, es importante no perder de vista que Musk sigue siendo un transhumanista y un capitalista. Todos los usuarios de la plataforma siguen dependiendo de un "rey benévolo" que extiende sus tentáculos -como hicieron antes Blackrock y Vanguard- a toda la plataforma: En 10 años podría cambiar de opinión, los usuarios desagradables siguen bloqueados. Por lo tanto, para nosotros, los patriotas, twitter no se convertirá en "nuestra plataforma", simplemente obtendremos más aire para respirar.

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