Merz no puede detener la política migratoria de Merkel en Alemania

 


 

 

 

Peter W. Logghe

Tras el giro migratorio de la canciller Merkel (CDU) en 2015, aproximadamente un millón de migrantes sirios viajaron a Alemania. Diez años después, Friedrich Merz (CDU) se convirtió en canciller, entre otras cosas, con la promesa de endurecer drásticamente la política migratoria. Seis meses después de su elección, los paradoxes se acumulan. Su coalición muestra poca ambición en materia de migración, y las tensiones internas dentro de la CDU socavan su credibilidad.

A pesar de la caída del régimen de Assad en 2024 y de la llegada del nuevo presidente Ahmed al-Charaa, los refugiados sirios no regresan a su país de origen. Por ello, el canciller Merz propuso reflexionar sobre las deportaciones, ya que “la guerra civil en Siria ha terminado, por lo que ya no hay razón para solicitar asilo en Alemania”. Merz apuesta, por tanto, por una colaboración pragmática con el nuevo régimen sirio para impulsar los repatriaciones. “Son esenciales para la reconstrucción del país”, declaró.

Para su ministro de Exteriores, volver a un país devastado no es una opción.

En una reciente conferencia de prensa en Husum, en el estado de Schleswig-Holstein, Friedrich Merz afirmó: “Sin estos hombres (los refugiados sirios que regresan a Siria), la reconstrucción del país es imposible”. Pero su propio ministro de Exteriores, Johann Wadephul (también CDU), le respondió formalmente durante su visita a Damasco. Describió el caos: “Aquí, realmente, muy pocas personas pueden vivir de manera aceptable”. El ministro abogó por deportaciones muy limitadas “en algunos casos excepcionales”, como para criminales.

Mientras tanto, la herencia migratoria de la Mutti Merkel pesa miles de millones de euros. Para 2023, se estima que el coste financiero de la política migratoria alemana representa el 6,4 % del gasto público, es decir, unos 29,7 mil millones de euros. Está claro que el descontento de muchos alemanes es muy bien captado por el partido de oposición AfD. Alice Weidel, presidenta de la AfD, criticó duramente la hipocresía de la CDU: “Esto es la CDU: 40 millones de euros destinados a la ‘reconstrucción’ de Siria, pero los sirios ‘no pueden regresar’, según el ministro Wadephul. El contribuyente alemán es doblemente afectado”.

En el Bundestag, el ministro Wadephul volvió a decir que la destrucción de Siria era peor que la de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. Los parlamentarios quedaron sin palabras. Según la revista alemana Der Spiegel, esto indica que el ministro ya no puede contar con sus propios diputados de la CDU. Algunos dicen —por ahora en anonimato— que sería mejor que dimitiera.

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