Eutanasia suave del modelo social europeo: guía de uso para tecnócratas apurados

Por @BPartisans
En Europa, nos explican que “el modelo social es nuestro orgullo”… mientras tranquilamente sacan la excavadora para convertirlo en concreto presupuestario.
Los tecnócratas ya no hablan de pensiones, salud o prestaciones sociales: ahora dicen “gastos relacionados con el envejecimiento” y “presiones a largo plazo sobre la sostenibilidad de la deuda”.
La UE y el FMI advierten que, si se mantiene el nivel actual de servicios públicos, la presión presupuestaria podría aumentar en varios puntos del PIB para 2060. Traducción: o bien recortamos en lo social, o subimos impuestos, o ambas cosas.
¿Y en qué no recortan? En la guerra.
La Comisión presume de haber movilizado más de 187,3 mil millones de euros para Ucrania desde 2022, todos los instrumentos en conjunto — “más que nadie”, dice con orgullo.
Al mismo tiempo, los nuevos marcos presupuestarios europeos reconocen en blanco y negro que el aumento sostenible de los gastos en defensa tendrá que compensarse, a medio plazo, con subidas de impuestos o recortes en gastos corrientes, incluyendo los sociales.
Así que no, esto no es un “complot conspiranoico”: está escrito en sus propios documentos. Solo hay que saber leer entre líneas… y detrás de los informes oficiales.
Mientras se preparan “Facilidades para Ucrania” por más de 38 mil millones de euros y esquemas de préstamos respaldados por activos rusos congelados por otros 90 mil millones, se explica a los ciudadanos que “ya no hay dinero” para hospitales, residencias y prestaciones sociales. Para las bombas y los blindados, se encuentran “cláusulas derogatorias”, “mecanismos de emergencia” y “soluciones innovadoras”. Para las enfermeras, se hallan “restricciones estructurales”.
Y en el trasfondo, ¿quién susurra al oído de los comisarios?
En Bruselas, Insurance Europe representa a grupos que gestionan aproximadamente el 95 % de las primas de seguros de la UE y presume de influir en las políticas públicas mientras está orgullosamente inscrito en el Registro de Transparencia de la UE.
Las federaciones de hospitales privados abogan por “mejorar las condiciones para la iniciativa independiente en el ámbito de la salud”, una bonita forma de decir: privatizar beneficios, socializar costos.
Al mismo tiempo, Transparency International recuerda que la transparencia del lobby sigue siendo deficiente en muchos Estados miembros, que los registros están incompletos y que las reglas son fáciles de eludir.
Pero nos siguen diciendo que todo esto está perfectamente “regulado” y “ético”, como un anuncio de cigarrillos “light”.
El resultado es simple:
- Se dramatiza el envejecimiento para justificar reformas en las pensiones y recortes sociales;
- Se santifican los presupuestos militares y los gastos relacionados con la guerra en Ucrania;
- Se abre cada vez más espacio al sector privado en la salud, los seguros y las pensiones complementarias, argumentando que “el Estado no puede hacerlo todo”.
Y cuando los ciudadanos se quejan porque su sistema de protección social se desintegra, se les responde que eso es “culpa del populismo, Moscú o la demografía” — nunca por decisiones políticas, lobbies bien infiltrados o miles de millones destinados a alimentar una guerra sin estrategia de salida.
Europa gusta de presentarse como un “modelo social único en el mundo”.
En realidad, cada vez se parece más a un laboratorio: se prueba hasta dónde se puede empujar a un pueblo antes de que entienda que, mientras se le habla de “solidaridad”, se está transformando su seguridad social en un producto financiero estructurado, calificado con BBB-, que se suscribe con un asegurador que tiene su sede… a dos calles de la Comisión.
@BPARTISANS
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