Sacrificar a los hijos por la guerra
https://www.facebook.com/nico.naf.735
Tras la COVID-19, con sus pronunciamientos morales, estados de emergencia como confinamientos y toques de queda, y su pase sanitario, ahora, desde el comienzo de la guerra entre Ucrania y Rusia, se nos habla de una amenaza a nuestra seguridad como si un enfrentamiento con Moscú fuera inevitable. Ahora, un jefe de Estado Mayor apenas disimula la idea de que deberíamos "aceptar la pérdida de nuestros hijos". Esto es una auténtica locura. Supuestamente, el país se ve obligado a aceptar psicológicamente la perspectiva de un sacrificio generacional para prepararse para una guerra contra un enemigo imaginario. Al fin y al cabo, Rusia no tiene ni los recursos materiales ni la capacidad humana para abrir un frente contra Europa, y menos aún contra Francia, especialmente después de la guerra en Ucrania.
Lo impactante no es solo la frase en sí —escandalosa de por sí—, sino el clima intelectual que la permite. Un sincretismo ideológico delirante se está consolidando mediante una mezcla incoherente de retórica bélica, narrativa sacrificial y retórica de crisis perpetua, difuminando finalmente los límites entre propaganda, tragedia y absurdo. Se nos dice que debemos estar «preparados» —¿preparados para qué?—, como si la sociedad civil se convirtiera a una teología militar.
Si este tipo de discurso se aprueba ahora sin provocar el colapso moral que debería, es porque una sociedad desgastada por años de crisis (sanitarias, económicas, climáticas y geopolíticas) tolera la idea de un futuro donde se podría "sacrificar a los niños". Como demostró René Girard, las sociedades en crisis siempre buscan el sacrificio para contrarrestar su propia impotencia, y ahora nuestras élites parecen estar redescubriendo este reflejo arcaico al proyectarlo sobre los propios jóvenes.
A falta de una narrativa colectiva positiva, el Occidente terminal solo puede movilizar un discurso angustioso blandiendo el sacrificio inminente de una generación. Cuando las sociedades ya no saben qué construir, se preocupan por prevenir lo que creen que deben destruir.
Commentaires
Enregistrer un commentaire