“Plan de paz”: rendición de la OTAN en gran estilo

Wellington Calasans

https://jornalpurosangue.net/2025/11/21/plano-de-paz-rendicao-da-otan-em-grande-estilo/

Basado en el supuesto plan de paz de 28 puntos divulgado por The Telegraph, que habría sido elaborado conjuntamente por Estados Unidos y Rusia, se vuelve evidente que la propuesta representa una significativa reconfiguración geopolítica de Europa del Este.

El acuerdo, aún no confirmado oficialmente por ninguna de las partes, requeriría concesiones territoriales drásticas por parte de Ucrania, incluyendo el reconocimiento de Crimea y todo el Donbass como territorios rusos, además del congelamiento de las líneas frontales en Jersón y Zaporizhzhia.

La propuesta también limitaría la soberanía ucraniana mediante la prohibición de adhesión a la OTAN y restricciones severas a sus capacidades militares, configurando un nuevo equilibrio de poder claramente favorable a los intereses rusos en la región. Esto podemos llamarlo el trofeo del vencedor.

El intento europeo de rechazar el plan, argumentando que es una “rendición sin humillación”, resulta problemático al analizar sus detalles concretos. Es hora de reducir la arrogancia y aceptar esta que puede ser la última oportunidad de una “salida honorable”.

El documento menciona garantías de seguridad y un sólido programa de reconstrucción con recursos de activos rusos congelados, una concesión rusa que nadie podría ignorar como un gesto de “esfuerzo de paz”.

Para Europa y los políticos ucranianos corruptos, la esencia del acuerdo subvierte la integridad territorial ucraniana lograda desde 1991. Alguien debe advertir a esas figuras desconectadas de la realidad que la derrota es inevitable. Sugiero que traduzcan la canción del cantante y filósofo Falcão: “Creo que es mejor escapar oliendo mal que morir oliendo bien.”

La reintegración de Rusia en el G7 (volviéndolo nuevamente G8) y el levantamiento gradual de las sanciones representarían una normalización de las relaciones internacionales con Moscú, una manera coherente de deshacer todos los errores iniciados en el incumplimiento de los Acuerdos de Minsk.

El gran desafío será garantizar que todos los involucrados cumplan con mecanismos de fiscalización efectivos y consecuencias claras para futuras violaciones del acuerdo de paz y de las garantías de seguridad, ya que solo así estas promesas serán sinceras.

Si la Unión Europea insiste en mantener a Ucrania “como un zombi” —económicamente dependiente de ayuda externa y militarmente incapaz de defender su integridad territorial completa— las consecuencias serían aún más devastadoras para el proyecto europeo.

El continente ya enfrenta un declive relativo en influencia global, con Alemania particularmente afectada por crisis energéticas y desindustrialización acelerada. Incluso, los alemanes no tienen perspectivas concretas de reacción, perdiendo empresas y sin poder de competitividad.

Mantener un estado-cliente permanentemente dependiente agotaría los recursos europeos ya limitados, profundizaría las divisiones internas entre estados miembros y fortalecería narrativas eurocéntricas. Si la preocupación por el aumento del llamado extremismo de derecha es cierta, es hora de dejar de repetir los mismos errores.

Además, este escenario convertiría a Ucrania en un campo permanente de influencia extranjera, alimentado por el fantasma de la invasión rusa, disfrazado de defensa de la soberanía ucraniana, minando cualquier credibilidad restante de la promesa de seguridad occidental para países fronterizos, ya que en la práctica es el uso de un país como territorio de una guerra por poder.

El escenario propuesto refleja una realidad militar y geopolítica en la que el poder de negociación occidental ha disminuido sustancialmente desde el inicio del conflicto. La reticencia de Estados Unidos en proporcionar armas de largo alcance a Ucrania y la creciente fatiga de guerra en las capitales europeas crearon condiciones para este acuerdo que prioriza la estabilidad inmediata a través de puntos realistas para garantizar la paz...