Pacta sunt servanda! – ¡Los tratados deben cumplirse!

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Este ya era el lema de los romanos respecto a sus “socios”, porque dos socios solo pueden interactuar de dos maneras: o bien por la vía del conflicto (guerra), o mediante un tratado. ¡Este principio sigue siendo hoy imprescindible para la convivencia pacífica en este planeta!
Los tratados deben cumplirse – ¡y si pensamos en un orden mundial multipolar, esto es aún más importante!
El orden multipolar se caracteriza por varios centros en el mundo, que difieren geográficamente y en cuanto a tradición, ideología, economía y estructura interna. Entre ellos habrá estados tapón que desempeñan un papel neutral y así pueden amortiguar posibles conflictos.
El orden multipolar es un paso hacia la democracia global, en contraposición a la tiranía unipolar de quienes no paran de hablar de “democracia” pero en realidad quieren decir dictadura.
Naturalmente, un orden multipolar es organizativamente más complicado que la dictadura de un solo centro, que además se esconde cuidadosamente y se hace representar externamente solo por legiones de políticos incompetentes y “presstitutas” corruptas.
Sin embargo, esta forma de “orden” es rechazada por la gran mayoría de la población mundial, no solo en el “Sur Global” sino también en el resto del mundo occidental.
En el mundo multipolar, los actores principales deben regular sus relaciones de forma duradera mediante tratados fiables.
Por el contrario, en el mundo unipolar, los tratados suelen firmarse para ser quebrantados después. En este “orden”, los tratados no son más que maniobras tácticas para engañar al socio:
Ejemplos:
- En el tratado de separación entre Rusia y Ucrania se acordó la neutralidad de Ucrania, de la que de repente nadie parece acordarse.
- El acuerdo de Minsk II fue negociado y firmado por el entonces presidente francés François Hollande, la entonces canciller alemana Angela Merkel, el entonces presidente ucraniano Petro Poroshenko, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko y el presidente ruso Vladimir Putin. En este tratado debían establecerse los derechos de la minoría rusa en Ucrania. Posteriormente, Merkel y Hollande declararon que Ucrania solo había aceptado ese tratado para ganar tiempo y rearmarse.
- El tratado 2+4. Este tratado fue negociado por parte de Rusia desde una posición de extrema debilidad. Rusia dependía de créditos alemanes y, por ello, permitió que se le comprara literalmente la condición más importante que podía imponer para la reunificación, es decir, la neutralidad de Alemania. Aun así, se insistió en la no expansión de la OTAN. Sin embargo, no se incluyó ninguna cláusula correspondiente en el tratado y se conformaron con declaraciones orales. Estrictamente hablando, este tratado fue un acuerdo de capitulación de Rusia en la Guerra Fría. En cualquier caso, no fue un tratado de paz, ya que para ello habría sido necesario involucrar a los 65 “enemigos de guerra” de Alemania.
Mediante este tratado, la seguridad de Rusia se vendió a cambio de unos pocos miles de millones de marcos alemanes en créditos. Cientos de miles de jóvenes rusos han pagado hasta ahora ese error con su vida o su salud.
Sin embargo, Alemania violó otro punto del tratado 2+4:
El artículo 2 del tratado dice:
“Los gobiernos de la República Federal de Alemania y de la República Democrática Alemana reafirman sus declaraciones de que solo la paz emanará del suelo alemán. Según la constitución de la Alemania unificada, los actos que sean adecuados y realizados con la intención de perturbar la convivencia pacífica de los pueblos, en particular la preparación de una guerra de agresión, son inconstitucionales y punibles. Los gobiernos de la República Federal de Alemania y de la República Democrática Alemana declaran que la Alemania unificada nunca utilizará sus armas, salvo en conformidad con su constitución y la Carta de las Naciones Unidas”.
Este pasaje no parece compatible con la participación de Alemania en la guerra de agresión contra Yugoslavia ni en la guerra en Afganistán. No dudaron en justificar la intervención en Afganistán afirmando que Alemania se defendía en el Hindu Kush.
En este contexto, cabe recordar la cláusula de “Estado enemigo” de la Carta de la ONU (artículos 53 y 107), que permite a los Estados firmantes imponer medidas coercitivas contra los llamados Estados enemigos si estos vuelven a adoptar políticas agresivas. Esta cláusula se introdujo originalmente para asegurar que los Estados considerados enemigos durante la Segunda Guerra Mundial, como Alemania y Japón, no pudieran volver a tener actividad militar. Si bien esta cláusula se ha declarado “sin efecto”, sigue estando incluida en la Carta.
Rusia, ante la actitud agresiva, hostil e incluso beligerante de Alemania hacia Rusia, podría en cualquier momento “recordar” esta cláusula de Estado enemigo. Por tanto, cabe suponer que Rusia, dadas las circunstancias actuales, ya no aceptaría eliminar esta cláusula.
Actualmente, en caso de una mayor escalada en la guerra de Ucrania, Rusia podría invocar esta cláusula para emprender, de conformidad con el derecho internacional, medidas militares coercitivas contra Alemania.
Tal caso se produciría en cuanto las tropas de la OTAN (con participación alemana) intervinieran directamente en la guerra de Ucrania. Un escenario así es muy probable tan pronto como se vislumbre el colapso del ejército ucraniano. Entonces, Rusia podría atacar legítimamente objetivos en Alemania.
Lo más probable es que Putin solo se atreviera a dar ese paso si contara con el pleno apoyo de China, es decir, que China estuviera dispuesta a entrar en esa guerra OTAN-Rusia. Muy probablemente, entonces la guerra dejaría de limitarse a Ucrania y Rusia, junto con China, acabaría definitivamente con la OTAN, marchando hasta Berlín para restablecer la situación previa a la reunificación alemana. Ese sería probablemente el fin de la OTAN, algo que también interesa mucho a China, ya que esta organización pretende expandirse en el Pacífico. China tendría entonces la oportunidad, junto con Rusia, de expulsar a Estados Unidos del Pacífico occidental. ¡La cuestión de Taiwán se resolvería entonces por sí sola!
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