Los gobiernos democráticos no se preocupan por sus pueblos

 


Enrico Toselli

El Censis certifica que dos tercios de los italianos están en contra de la guerra de Zelenski y del apoyo ofrecido por el gobierno de Roma a costa de los contribuyentes italianos. Pero el ministro de Defensa, Guido Crosetto, propone un aumento del gasto público en armamento hasta alcanzar el 2,5 % del PIB. Más de la mitad de los polacos cree que la guerra debería terminar con la devolución a Rusia de las regiones rusoparlantes y prorrusas, pero el gobierno de Varsovia quiere continuar la guerra hasta el último ucraniano y hasta empobrecer a los polacos.

En Rumanía se anulan las elecciones presidenciales porque el pueblo se atrevió a votar por un candidato que no gusta en Bruselas. En Georgia, la presidenta francesa no quiere dejar el cargo porque los georgianos votaron al candidato equivocado. En Moldavia, para revertir el voto popular, se recurrió a los votos de los moldavos en el extranjero, pero solo de aquellos que emigraron a los “países amigos”. En Francia, el presidente Macron apuesta por un gobierno minoritario para evitar aceptar el voto popular que lo rechazó rotundamente.

En Alemania, el voto en el este del país favorece a la derecha de la AfD, pero se activa un bloqueo para excluir a un partido incómodo. ¿Y qué importa si gusta a los votantes?

Sí, la opinión de los votantes ya no cuenta. El voto no importa. En las urnas se premia un determinado programa, pero los elegidos no lo respetan y les da igual. “Democracia, democracia, es cosa vuestra y no mía”, cantaba alguien en los años 70. Pero cuidado con hablar mal de ella. Incluso si esta oligarquía, que ve a los lacayos políticos dedicados a servir los intereses de los vendedores de armas, los especuladores y los monopolistas occidentales, no tiene nada de democrática. Y mucho menos de aristocrática. No son los gobiernos de los mejores, no son los gobiernos que guían a las naciones en interés de sus respectivos pueblos.

Pero tienen pueblos sometidos y atemorizados. Que murmuran, pero no reaccionan.

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