Nace la Europa de Brzezinski
por Fabrizio Bertolami
https://www.sinistrainrete.info/articoli-brevi/27724-fabrizio-bertolami-e-nata-l-europa-di-brzezinski.html
El montaje previsto por la reunión de Macron, Scholz y Tusk ya era uno de los puntos centrales de la estrategia enunciada por Zbignew Brzezinski en su famoso ensayo de 1997 "El Gran Tablero de Ajedrez", en el que afirmaba que Ucrania debía unirse a la OTAN y a la UE, dibujando así un escenario geopolítico totalmente nuevo, diferente tanto del "mediterráneo" (Francia, Alemania, Italia) como del "carolingio" (Francia, Alemania, Benelux) en el que Francia, Alemania, Polonia y Ucrania forman un bloque capaz de integrar a las tres naciones más pobladas del continente y, al mismo tiempo, capaz de llegar en cuña hasta las fronteras de Rusia.
* * * *
El 15 de marzo en Berlín, durante una reunión a tres bandas, el presidente francés Macron, el canciller alemán Scholz y el recién elegido primer ministro polaco Tusk firmaron un acuerdo para proporcionar apoyo armamentístico conjunto a Ucrania.
"Utilizaremos los beneficios de los activos rusos congelados en Europa para apoyar financieramente la compra de armas para Ucrania", declaró Scholz, enumerando los esfuerzos de la UE para aumentar el apoyo a Kiev.
La reunión se produce después de algunas declaraciones del presidente francés sobre la posibilidad de enviar tropas occidentales a Ucrania, aunque algunas naciones como Italia se apresuraron a señalar que no enviarían soldados, ya que "no estamos en guerra con Rusia", como dijo el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Tajani.
De hecho, en una entrevista en la televisión nacional francesa, Macron afirmó que una victoria rusa en Ucrania "reduciría a cero la credibilidad de Europa" y significaría que "no tenemos seguridad", añadiendo que la seguridad del continente está "en juego" en el conflicto que, según él, "es existencial para nuestra Europa y para Francia y, si la situación empeora, estaríamos dispuestos a garantizar que Rusia nunca gane esta guerra".
El acuerdo tripartito incluye el compromiso conjunto de suministrar armamento a Kiev y no contempla, por el momento, el envío de tropas de los tres países sobre el terreno. Francia, en comparación con los otros dos socios, ha enviado hasta ahora menos armas y ha aportado menos fondos, lo que probablemente impone a Macron la necesidad de un cambio de ritmo, pero algunos analistas sugieren que la razón puede ser geoeconómica y estar estrechamente vinculada a la posibilidad de que Ucrania pierda el acceso al mar.
Según el diario francés Le Monde, "la oficina de Macron explicó que el objetivo es restaurar la ambigüedad estratégica de Occidente. Tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana 2023, el presidente francés considera que prometer decenas de miles de millones de euros de ayuda y proporcionar -tardíamente- equipamiento militar a Kiev ya no son suficientes. Sobre todo si Putin está convencido de que "Occidente ha descartado definitivamente movilizar sus fuerzas".
Este nuevo arreglo de alianzas, que ve excluidas a las naciones mediterráneas en detrimento de las del norte/este de Europa, era ya uno de los puntos centrales de la estrategia enunciada por Zbignew Brzezinski en su famoso ensayo El gran tablero de ajedrez de 1997 en el que afirmaba que Ucrania debía ingresar en la OTAN y en la UE, dibujando así un escenario geopolítico totalmente nuevo, diferente tanto del "mediterráneo" (Francia, Alemania, Italia) como del "carolingio" (Francia, Alemania, Benelux) en el que Francia, Alemania, Polonia y Ucrania forman un bloque capaz de integrar a las tres naciones más pobladas del continente y, al mismo tiempo, capaz de calzarse hasta las fronteras de Rusia.
En una conferencia de prensa celebrada el 4 de marzo, el ex presidente ruso Medvédev presentó un mapa que mostraba una posible futura disposición de Ucrania en la posguerra, en la que todo el este y el sur pasarían a ser rusos, mientras que el oeste se repartiría entre Polonia, Hungría y Rumanía. Este mapa se basa, en parte, en el pasado histórico de la zona ucraniana, que durante siglos se ha atribuido a las cuatro naciones contiguas: la zona situada al oeste, que incluye Galitzia y luego Lviv e Ivano-Franvisk, fue parte integrante de Polonia hasta 1772, luego pasó al Imperio de los Habsburgo tras la primera partición de Polonia y todavía cuenta con la presencia de una gran minoría étnica polaca. También al oeste, la zona conocida como Transcarpatia fue parte integrante de la Gran Hungría en el periodo comprendido entre la independencia de los Habsburgo y el final de la Primera Guerra Mundial. La zona ribereña fue rusa durante siglos, con Odessa fundada en 1794 por la emperatriz Catalina, y a día de hoy la proporción de población rusoparlante en la zona supera ligeramente el 40%. Las zonas del Donbass, Crimea y en general las situadas al este del Dnepr fueron protectorados rusos desde su fundación hasta el nacimiento de la Unión Soviética, cuando fueron cedidas a lo que hoy conocemos como Ucrania.
A pesar de la partición hacia Occidente en favor de las naciones mencionadas, es probablemente la conquista rusa del litoral ucraniano lo que más asusta al presidente francés, ya que ello eliminaría simultáneamente el acceso de Kiev al mar e impediría la creación de la zona conocida como el "Trimarium" que se extiende desde el Báltico hasta el Mar Negro, pasando por el Mediterráneo oriental; la primera eventualidad impediría a Ucrania poder hacer uso del derecho de invitar a buques militares de otras naciones, establecido por la Convención de Montreaux de 1936, que también regula el acceso al Mar Negro a través de los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos, y le impediría totalmente poder acceder a las rutas marítimas para exportar su producción de trigo, producto del que es uno de los mayores productores mundiales.
Esta clasificación especial está encabezada ahora por Australia, con Rusia en quinta posición y, como se desprende de las cifras que figuran a continuación, la suma de las exportaciones rusas y ucranianas superaría la cuota francesa, poniendo en peligro la posibilidad de competir para fijar los precios del grano, precisamente a favor de los rusos.
- Australia: 10.200 millones de dólares (15,4% del total de las exportaciones mundiales de trigo)
- Estados Unidos: 8.520 millones de dólares (12,9%)
- Canadá: 7.900 millones de dólares (12%)
- Francia: 7.400 millones de dólares (11,2%)
- Rusia: 6.800 millones de dólares (10,3%)
- Argentina: 3.100 millones de dólares (4,7%)
- Ucrania: 2.700 millones de dólares (4%)
La posibilidad de que el proyecto "Trimarium" no fructifique afectaría también a la posibilidad de cerrar el acceso marítimo a Rusia, tanto desde el norte (el mar Báltico) como desde el sur (el Mediterráneo, a través del mar Negro). No es ningún secreto que la defensa de Crimea, de ahí la rápida intervención rusa en 2014 seguida del referéndum sobre la anexión celebrado en la península, es la principal preocupación rusa, dada la presencia de la flota militar de Moscú y la posibilidad de alcanzar el Mediterráneo y las costas del norte de África y, en particular, Siria donde, en Tartus, se encuentra la única base naval rusa fuera de sus fronteras.
https://www.sinistrainrete.info/articoli-brevi/27724-fabrizio-bertolami-e-nata-l-europa-di-brzezinski.html
El montaje previsto por la reunión de Macron, Scholz y Tusk ya era uno de los puntos centrales de la estrategia enunciada por Zbignew Brzezinski en su famoso ensayo de 1997 "El Gran Tablero de Ajedrez", en el que afirmaba que Ucrania debía unirse a la OTAN y a la UE, dibujando así un escenario geopolítico totalmente nuevo, diferente tanto del "mediterráneo" (Francia, Alemania, Italia) como del "carolingio" (Francia, Alemania, Benelux) en el que Francia, Alemania, Polonia y Ucrania forman un bloque capaz de integrar a las tres naciones más pobladas del continente y, al mismo tiempo, capaz de llegar en cuña hasta las fronteras de Rusia.
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El 15 de marzo en Berlín, durante una reunión a tres bandas, el presidente francés Macron, el canciller alemán Scholz y el recién elegido primer ministro polaco Tusk firmaron un acuerdo para proporcionar apoyo armamentístico conjunto a Ucrania.
"Utilizaremos los beneficios de los activos rusos congelados en Europa para apoyar financieramente la compra de armas para Ucrania", declaró Scholz, enumerando los esfuerzos de la UE para aumentar el apoyo a Kiev.
La reunión se produce después de algunas declaraciones del presidente francés sobre la posibilidad de enviar tropas occidentales a Ucrania, aunque algunas naciones como Italia se apresuraron a señalar que no enviarían soldados, ya que "no estamos en guerra con Rusia", como dijo el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Tajani.
De hecho, en una entrevista en la televisión nacional francesa, Macron afirmó que una victoria rusa en Ucrania "reduciría a cero la credibilidad de Europa" y significaría que "no tenemos seguridad", añadiendo que la seguridad del continente está "en juego" en el conflicto que, según él, "es existencial para nuestra Europa y para Francia y, si la situación empeora, estaríamos dispuestos a garantizar que Rusia nunca gane esta guerra".
El acuerdo tripartito incluye el compromiso conjunto de suministrar armamento a Kiev y no contempla, por el momento, el envío de tropas de los tres países sobre el terreno. Francia, en comparación con los otros dos socios, ha enviado hasta ahora menos armas y ha aportado menos fondos, lo que probablemente impone a Macron la necesidad de un cambio de ritmo, pero algunos analistas sugieren que la razón puede ser geoeconómica y estar estrechamente vinculada a la posibilidad de que Ucrania pierda el acceso al mar.
Según el diario francés Le Monde, "la oficina de Macron explicó que el objetivo es restaurar la ambigüedad estratégica de Occidente. Tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana 2023, el presidente francés considera que prometer decenas de miles de millones de euros de ayuda y proporcionar -tardíamente- equipamiento militar a Kiev ya no son suficientes. Sobre todo si Putin está convencido de que "Occidente ha descartado definitivamente movilizar sus fuerzas".
Este nuevo arreglo de alianzas, que ve excluidas a las naciones mediterráneas en detrimento de las del norte/este de Europa, era ya uno de los puntos centrales de la estrategia enunciada por Zbignew Brzezinski en su famoso ensayo El gran tablero de ajedrez de 1997 en el que afirmaba que Ucrania debía ingresar en la OTAN y en la UE, dibujando así un escenario geopolítico totalmente nuevo, diferente tanto del "mediterráneo" (Francia, Alemania, Italia) como del "carolingio" (Francia, Alemania, Benelux) en el que Francia, Alemania, Polonia y Ucrania forman un bloque capaz de integrar a las tres naciones más pobladas del continente y, al mismo tiempo, capaz de calzarse hasta las fronteras de Rusia.
En una conferencia de prensa celebrada el 4 de marzo, el ex presidente ruso Medvédev presentó un mapa que mostraba una posible futura disposición de Ucrania en la posguerra, en la que todo el este y el sur pasarían a ser rusos, mientras que el oeste se repartiría entre Polonia, Hungría y Rumanía. Este mapa se basa, en parte, en el pasado histórico de la zona ucraniana, que durante siglos se ha atribuido a las cuatro naciones contiguas: la zona situada al oeste, que incluye Galitzia y luego Lviv e Ivano-Franvisk, fue parte integrante de Polonia hasta 1772, luego pasó al Imperio de los Habsburgo tras la primera partición de Polonia y todavía cuenta con la presencia de una gran minoría étnica polaca. También al oeste, la zona conocida como Transcarpatia fue parte integrante de la Gran Hungría en el periodo comprendido entre la independencia de los Habsburgo y el final de la Primera Guerra Mundial. La zona ribereña fue rusa durante siglos, con Odessa fundada en 1794 por la emperatriz Catalina, y a día de hoy la proporción de población rusoparlante en la zona supera ligeramente el 40%. Las zonas del Donbass, Crimea y en general las situadas al este del Dnepr fueron protectorados rusos desde su fundación hasta el nacimiento de la Unión Soviética, cuando fueron cedidas a lo que hoy conocemos como Ucrania.
A pesar de la partición hacia Occidente en favor de las naciones mencionadas, es probablemente la conquista rusa del litoral ucraniano lo que más asusta al presidente francés, ya que ello eliminaría simultáneamente el acceso de Kiev al mar e impediría la creación de la zona conocida como el "Trimarium" que se extiende desde el Báltico hasta el Mar Negro, pasando por el Mediterráneo oriental; la primera eventualidad impediría a Ucrania poder hacer uso del derecho de invitar a buques militares de otras naciones, establecido por la Convención de Montreaux de 1936, que también regula el acceso al Mar Negro a través de los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos, y le impediría totalmente poder acceder a las rutas marítimas para exportar su producción de trigo, producto del que es uno de los mayores productores mundiales.
Esta clasificación especial está encabezada ahora por Australia, con Rusia en quinta posición y, como se desprende de las cifras que figuran a continuación, la suma de las exportaciones rusas y ucranianas superaría la cuota francesa, poniendo en peligro la posibilidad de competir para fijar los precios del grano, precisamente a favor de los rusos.
- Australia: 10.200 millones de dólares (15,4% del total de las exportaciones mundiales de trigo)
- Estados Unidos: 8.520 millones de dólares (12,9%)
- Canadá: 7.900 millones de dólares (12%)
- Francia: 7.400 millones de dólares (11,2%)
- Rusia: 6.800 millones de dólares (10,3%)
- Argentina: 3.100 millones de dólares (4,7%)
- Ucrania: 2.700 millones de dólares (4%)
La posibilidad de que el proyecto "Trimarium" no fructifique afectaría también a la posibilidad de cerrar el acceso marítimo a Rusia, tanto desde el norte (el mar Báltico) como desde el sur (el Mediterráneo, a través del mar Negro). No es ningún secreto que la defensa de Crimea, de ahí la rápida intervención rusa en 2014 seguida del referéndum sobre la anexión celebrado en la península, es la principal preocupación rusa, dada la presencia de la flota militar de Moscú y la posibilidad de alcanzar el Mediterráneo y las costas del norte de África y, en particular, Siria donde, en Tartus, se encuentra la única base naval rusa fuera de sus fronteras.
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