Atentado terrorista en Moscú




Markku Siira

https://markkusiira.com/2024/03/25/moskovan-terrori-isku/

En Krasnogorsk, fuera de la circunvalación de Moscú, el mayor centro de exposiciones y espectáculos de Rusia, el Crocus City Hall, acabó en los libros de historia el pasado viernes como escenario de un sangriento atentado terrorista.

El gólem creado por el Mosad, la CIA y el MI6, la rama Isis-K de la organización terrorista islamista, ha reivindicado la autoría, aunque esta vez no se trató de un típico atentado suicida. En Rusia no se han tragado esta explicación, pero el dedo acusador de Putin apunta en dirección a Ucrania.

La arquitecta del conflicto ucraniano, la vicesecretaria de Estado estadounidense Victoria Nuland, prometió previamente a Putin "sorpresas agradables" a principios de año, por lo que no se puede descartar que la inteligencia militar ucraniana dirigida por Kyrylo Budanov pudiera haber llevado a cabo el plan "kaganista" con mercenarios tayikos.

¿Fueron Nuland y sus colaboradores demasiado lejos, ya que abandonó abruptamente su puesto tras su visita a Kiev? El 7 de marzo, la embajada estadounidense advirtió a sus ciudadanos que evitaran los actos públicos en Rusia. Ese mismo día, uno de los autores del atentado terrorista también visitó el Ayuntamiento de Crocus para comprobar la situación.

Sin duda, el atentado terrorista de Moscú no facilita el objetivo de Occidente de dejar Ucrania como cabeza de puente antirrusa hacia Occidente tras la operación militar. Al contrario, quizá ahora el control de Rusia no haga sino estrecharse y el conflicto llegue a su dura conclusión.

Gran Bretaña ya ha advertido a Putin contra una escalada de la guerra en Ucrania invocando el ataque terrorista. ¿Por qué tendría que invocar nada el presidente, que ha renovado su mandato, cuando de todos modos está en marcha una operación militar que dura ya más de dos años? Ucrania también ha llevado a cabo ataques contra la ciudad de Sebastopol, en Crimea.

Tras la voladura de los gasoductos Nord Stream, se intentó absurdamente convertir a Rusia en sospechosa del sabotaje de sus propios gasoductos. Ahora también se alega en Occidente que el atentado terrorista del viernes fue una operación de "falsa bandera" organizada por el propio Putin.

¿Sucederá finalmente, como ocurrió con Nord Stream, que Occidente culpe del asesinato masivo en Moscú a los radicales ucranianos? Esto privaría a Zelensky de cualquier simpatía restante, y la opinión pública occidental ya está harta de su espectáculo.

Oficialmente, Estados Unidos afirma haber recibido información de inteligencia precisamente en relación con el atentado islamista antirruso. Por supuesto, Washington no asume la responsabilidad del acto terrorista, ni procesará a Nuland, por lo que presumiblemente los yihadistas del Isis-K (extremistas útiles en la guerra híbrida de Occidente) seguirán estando en el punto de mira.

¿Quizás se lleven a cabo más atentados en otros lugares para ofuscar aún más las cosas? Anteriormente, las autoridades alemanas detuvieron a dos yihadistas afganos sospechosos de planear un atentado terrorista contra el Parlamento sueco. La amenaza del terrorismo conviene a los poderes fácticos de los distintos países porque pueden endurecer sus políticas.


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