Los demócratas estadounidenses, demasiado de izquierdas para su propio electorado

 



Peter W. Logghe

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El presidente estadounidense Joe Biden y su partido demócrata tienen un grave problema ante las próximas elecciones presidenciales. Will Marshall, presidente de un think tank de centro-izquierda, interrogado sobre estas elecciones por el New York Times en diciembre, lo expresa así: Biden está perdiendo cada vez más votantes no sólo entre la clase trabajadora blanca, sino también entre los votantes de color. Según él, las opciones electorales son el resultado de la llegada de jóvenes blancos con estudios universitarios que han empujado cada vez más al partido hacia la izquierda dogmática: "Estos jóvenes progresistas definen las posiciones del partido en materia de inmigración, delincuencia, género, cambio climático y la cuestión israelo-palestina", dice al periódico. Y esas posiciones son, si cabe, aún más extremas que las de MAGA.

En septiembre del año pasado, el instituto demoscópico Morning Consult publicó los resultados de una encuesta que mostraba que los votantes consideraban al partido demócrata más extremista que a los republicanos (y con una diferencia de 9 puntos porcentuales). En concreto, los votantes demócratas consideraban a su partido demasiado de izquierdas. Desde 2020, este porcentaje de votantes se ha duplicado, pasando del 11% al 21%.

La pérdida de votantes negros e hispanohablantes, en particular, preocuparía a los demócratas. Según David Shore, especialista en análisis de resultados electorales y hombre de izquierdas, este cambio en el electorado demócrata se hizo especialmente visible tras la muerte de George Floyd y la fuerte violencia en las manifestaciones de Black Lives Matter. En un momento dado, el partido demócrata llegó a pedir el vaciado financiero de la policía estadounidense.

"En 2020, los votantes conservadores y no blancos votaban cada vez más a los republicanos, incluso cuando en realidad solían votar a los demócratas", dijo Shore. Esta tendencia se intensificaría por el camino. Según una encuesta reciente del USA Today, el apoyo de los votantes negros a Biden caería del 87% en 2020 al 63%. Entre los hispanos, el apoyo a Biden caería del 65 al 34%.

No es sólo la condición económica la que determina esta tendencia, sino también la migración, que parece escapar a cualquier escrutinio, y la delincuencia galopante que hace que los estadounidenses de color voten a los republicanos. La encuesta de Democracy Corps del pasado noviembre ya indicaba que los votantes negros, asiáticos e hispanohablantes ven la delincuencia como la segunda preocupación más importante. ¿Dónde está el análisis de Björn Soenens sobre la imagen (demasiado) progresista del partido Demócrata entre los estadounidenses?

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