Una declaración de guerra a Occidente: ¿Rusia se retira del dogma climático?
Al rebufo de la guerra en Ucrania, Rusia está abriendo ahora un nuevo
frente contra Occidente, asestando el hachazo a uno de los instrumentos
de dominación global de Occidente: la ideología climática.
El Consejo Científico de la Academia Rusa de las Ciencias afirma haber llegado a la conclusión en un simposio celebrado estos días de que el papel del ser humano en el calentamiento global probablemente no sea tan importante como se suponía anteriormente. Incluso se aprobó una resolución formal al respecto.
El presidente del Consejo, el ex asesor del Kremlin Sergei Glazyev, informó de ello en su canal de Telegram. Según el informe, la principal causa de las catástrofes climáticas locales no es la actividad humana, sino la creciente emisión de hidrógeno natural debida a las cambiantes fuerzas gravitatorias de la luna y el sol.
Glasjew continúa: "El aumento de las temperaturas y la mezcla de ozono e hidrógeno son la causa principal de los incendios forestales y esteparios. Esto también se aplica a los recientes desastres provocados por los incendios. Este descubrimiento refuta por completo el concepto del Protocolo de Montreal, cuya aplicación ha acabado con subsectores enteros de la industria química, sin ningún efecto sobre el tamaño de los agujeros de ozono, que simplemente han aumentado."
La Academia de las Ciencias también tiene previsto ahora presentar sus conclusiones al líder del Kremlin, Putin, pero sobre todo elaborar "las medidas necesarias en el ámbito de la seguridad nacional y las relaciones internacionales, incluidos el Protocolo de Montreal y el Acuerdo de París sobre el clima".
Esto último sería una bomba política. Es posible que ahora Rusia se retire pronto del frente de los defensores del CO2 y, en consecuencia, se retire también de los "protocolos climáticos" mundiales que son la base del comercio mundial de reducción del CO2. Sería una descarada declaración de guerra al dictado climático occidental con todas sus consecuencias.
La participación de Rusia en el Protocolo de Montreal ha sido criticada repetidamente en el pasado. Por ejemplo, el científico Igor Masurin escribió en una columna para la agencia de noticias "Regnum" a principios de 2022: "A lo largo de 30 años, la suma de las pérdidas de cada uno de los países participantes en el Protocolo [de Montreal] ha sido astronómica. En el caso de Rusia, ascienden a entre 250.000 y 300.000 millones de rublos al año, teniendo en cuenta únicamente los sobrecostes de la electricidad y las pérdidas derivadas de la constante sustitución de los equipos de refrigeración." (mü)
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Glasjew continúa: "El aumento de las temperaturas y la mezcla de ozono e hidrógeno son la causa principal de los incendios forestales y esteparios. Esto también se aplica a los recientes desastres provocados por los incendios. Este descubrimiento refuta por completo el concepto del Protocolo de Montreal, cuya aplicación ha acabado con subsectores enteros de la industria química, sin ningún efecto sobre el tamaño de los agujeros de ozono, que simplemente han aumentado."
La Academia de las Ciencias también tiene previsto ahora presentar sus conclusiones al líder del Kremlin, Putin, pero sobre todo elaborar "las medidas necesarias en el ámbito de la seguridad nacional y las relaciones internacionales, incluidos el Protocolo de Montreal y el Acuerdo de París sobre el clima".
Esto último sería una bomba política. Es posible que ahora Rusia se retire pronto del frente de los defensores del CO2 y, en consecuencia, se retire también de los "protocolos climáticos" mundiales que son la base del comercio mundial de reducción del CO2. Sería una descarada declaración de guerra al dictado climático occidental con todas sus consecuencias.
La participación de Rusia en el Protocolo de Montreal ha sido criticada repetidamente en el pasado. Por ejemplo, el científico Igor Masurin escribió en una columna para la agencia de noticias "Regnum" a principios de 2022: "A lo largo de 30 años, la suma de las pérdidas de cada uno de los países participantes en el Protocolo [de Montreal] ha sido astronómica. En el caso de Rusia, ascienden a entre 250.000 y 300.000 millones de rublos al año, teniendo en cuenta únicamente los sobrecostes de la electricidad y las pérdidas derivadas de la constante sustitución de los equipos de refrigeración." (mü)
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