Cuando una lectura de la realidad se convierte en hegemónica



por Andrea Zhok

Fuente: Andrea Zhok & https://www.ariannaeditrice.it/articoli/quando-una-lettura-della-realta-diventa-egemone

Cuando una lectura de la realidad se vuelve hegemónica a través de la propaganda y no de la racionalidad, esto se evidencia en la incapacidad de detectar las contradicciones, en el velamiento de la realidad.


Así, durante años se nos ha enseñado que "soberanía" es una palabra sucia, que evocarla es una especie de insubordinación al buen gusto y que "soberanismo" era prácticamente sinónimo de nazismo (a pesar de que el término se originó en Canadá para referirse a la independencia de Quebec y era sinónimo de autodeterminación nacional).

Como la prensa italiana persigue la verdad como los gatos a la natación olímpica, la opinión pública se puso de acuerdo y la palabra se convirtió en un término inapropiado.

Luego vino la espantosa "derecha soberanista", que, después de cosechar votos alegando la protección del interés nacional (lo que es de mal gusto para los periódicos italianos), gracias a Dios se ha arrimado sistemáticamente al regazo de la UE y de EE.UU., incluso cuando, desde la Austeridad, a los suministros de Rusia, y ahora a la Mes, esto era suicida para los intereses italianos.

Si volvemos entonces la mirada fuera de nuestras fronteras nacionales, descubrimos que, curiosamente, todos los países que aún no se han dado cuenta de que la verdadera felicidad reside en la obediencia al complejo militar-industrial estadounidense son presentados como autocracias intolerables.

Poco importa que allí se celebren elecciones, que sean decisivas, que exista una oposición real y que la participación sea mayor que aquí, donde ahora sólo van a votar los familiares de los candidatos.

Si reivindican la autodeterminación y se preocupan por el interés nacional, son manifiestamente bárbaros autocráticos.

Así, Orban es un fascista, Putin un zar, Erdogan un sultán, Xi Jinping un dictador, etcétera.

Mientras que en nuestras democracias liberales hereditarias, si cuelgas una película apoyando un referéndum contra la guerra, YouTube te borra porque "podría incitar a la violencia".

Aquí, los puntos ciegos podrían multiplicarse, pero para los lectores de Repubblica-Corriere_&C. nada cambiaría: ante cualquier evidencia inventarán un epiciclo ptolemaico ad hoc, una excepción particular, una excusa extraordinaria, una interpretación aventurada para mantener viva su lectura medio centenaria de la realidad.
Y siendo tolerantes, no nos molestaría esta ceguera, si no fuera porque son precisamente los ciegos quienes dirigen, con mano firme, el barco cuya tercera clase ocupamos, hacia las rocas.


 

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