El canto de sirena de Sanna Marin en el espectáculo bélico del Oeste

Markku Siira

https://markkusiira.com/2022/11/18/sanna-marinin-seireenin-laulu-lannen-sotaspektaakkelissa/

Slush es un evento internacional de tecnología y crecimiento empresarial que se celebra anualmente en Helsinki. El evento de este año también contó con una entrevista con la primera ministra Sanna Marin, que una vez más habló como una neoconservadora estadounidense de línea dura (no es de extrañar que se haya referido anteriormente a Anne Applebaum y a la "lucha global entre autocracias y democracias").

El tema de Marin era reducir las dependencias de países autoritarios como Rusia y China. Esto habría sido al menos un poco más plausible si Finlandia no acabara de recibir la visita de representantes del gobierno y las empresas saudíes, para reforzar las relaciones económicas y comerciales bilaterales entre Finlandia y la monarquía absoluta, que se adhiere a la estricta ley de la sharia.

Los conocidos vínculos de Marin con el foro capitalista tecnocrático de Davos también sugieren que el "autoritarismo" no le molesta realmente, siempre que sea de origen occidental. El hegemonismo de los años 90 y el oscuro juego de suma cero parecen encajar en el pensamiento de Marin, aunque pueda parecer extraño expresar tales opiniones en un evento de tecnología e innovación empresarial.

Por supuesto, la sirena socialdemócrata canta las canciones de su orquesta de fondo y sus apariciones públicas forman parte del espectáculo de la guerra en curso. Al principio pensé que la salud mental de la Sra. Marin se había resentido, pero quizás a nuestro Primer Ministro, ávido de poder, le han prometido un papel tan atractivo como sucesor del actual que es capaz de interpretar a un monomaníaco que odia a Rusia, al estilo de Jussi Halla-aho.

"Esto no significa que tengamos que cortar todos los lazos económicos con, por ejemplo, China o cualquier otro país. Excepto Rusia", subrayó Marin, canalizando la "ira de dos minutos" de sus oyentes hacia el objetivo correcto. Mientras Finlandia ultima el décimo paquete de ayuda para Ucrania, el primer ministro añadió que "debemos asegurarnos de que Rusia pierda la guerra".

Esta "derrota" es algo que Marin ha esperado a menudo en el pasado, al tiempo que ha mostrado su ignorancia de la historia militar de Rusia. Pero, ¿quizás el heroico presidente de los medios de comunicación del poder (falso), Zelenskyi, con el apoyo del Occidente de la OTAN, tenga éxito donde no lo tuvieron los mongoles, el rey Carlos XII de Suecia, Napoleón y Hitler?

En Slush, Marin también argumentó que ha sido un error mantener relaciones estrechas con Rusia en materia de política energética. La "lógica rusa" es diferente, dice; "nuestros amigos de Polonia y los países bálticos tenían razón", Finlandia y sobre todo Alemania estaban equivocados. De este modo, Sanna la Guerra -continuando el trabajo de topo de Sauli Niinistö- hace que la Finlandia nórdica del estado de bienestar pase a engrosar las filas de los estados traumáticos de Europa del Este.

Por un momento, Marin también desempeñó el papel de eurócrata, diciendo que Europa tampoco debería depender demasiado de Estados Unidos. Esto no suena muy convincente en una situación en la que las sanciones antirrusas y otras medidas destructivas sólo han servido para reforzar el poder de ocupación estadounidense, a expensas de los propios intereses y la credibilidad política del eurocontinente.

Los políticos finlandeses se atreven ahora a gritar obscenidades desde detrás de la maquinaria de guerra de la OTAN, aunque, a la hora de la verdad, Washington no tenga ni los recursos ni la voluntad de proteger a sus vasallos autodestructivos. Pero ahora finalmente pertenecemos a Occidente, en cuyo juego de poder geopolítico se ha reservado a los finougrianos el previsible papel de peón sacrificado.

En la mitología griega, las sirenas eran hembras, una mezcla de apariencia humana y de ave de rapiña, con afiladas garras en sus patas como las de los murciélagos. Con su canto, las sirenas atraían a los marineros hacia ellas y luego los despedazaban. La amenaza política de Marin podría tener un efecto similar en el futuro de Finlandia.