En memoria de Renato del Ponte
por Alberto Lombardo
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Con la muerte del profesor Renato del Ponte (21.12.1944 - 06.02.2023), la cultura de la derecha dominante pierde a un hombre de extraordinaria importancia.
El profesor nació en Lodi durante un bombardeo angloamericano, como recordaba a menudo. Hijo de Augusto Del Ponte (excelente navegante, medalla del Cabo de Hornos), había realizado sus estudios clásicos en Génova, la ciudad donde creció, en la prestigiosa escuela de gramática D'Oria (a la que por entonces también asistía su futuro par Massimo D'Alema).
Se acercó al entorno de la Derecha política desde muy joven, como por vocación; después de tantos años aún muestra, con cierto orgullo, un carné de miembro de la FUAN -sindicato univesitario del MSI- de los años sesenta que llevaba una ilustración de Salvador Dalì, y comenta: nosotros teníamos a Dalì, los comunistas a Guttuso, como si dijera: nosotros teníamos la belleza sublime y excéntrica, ellos la horrible vulgaridad. Incluso durante los turbulentos años universitarios (que coincidieron con el 68) su compromiso político nunca decayó. Recordó sonriente, entre otras cosas, los enfrentamientos con fuerzas de izquierda en una conferencia del ingeniero Volpe y la ocupación por la derecha de una facultad universitaria. Se graduó con una tesis sobre literatura medieval.
Otra de sus pasiones desde su juventud era la montaña, que vivía sobre todo como una experiencia espiritual (sobre todo desde el punto de vista de una especie de "senderismo ascético", mucho menos desde el punto de vista técnico del alpinismo); estaba orgulloso de su águila de oro por sus cincuenta años de pertenencia al CAI. Fueron estas dos pasiones, la política y la montaña, las que le pusieron en contacto con Julius Evola, primero durante sus años de servicio militar (sirvió como oficial en prácticas en los Carristi) y luego a principios de los años setenta. Fue en esos años cuando comenzó también su actividad como estudioso y autor de ensayos y artículos, tanto como colaborador en revistas (Italiano de Pino Romualdi, Il Conciliatore) como a través de la fundación del Centro Studi Evoliani y el nacimiento de Arthos - el "Foglio di espressioni varie e di Tradizione Una, que ya manifestaba el enfoque de Evola en su título y subtítulo; y el propio Evola colaboraron en la revista, además de aceptar la petición de del Ponte de reunir todos los escritos sobre espiritualidad montañesa que había publicado, especialmente en la década de 1930: Así nació Meditaciones de las Cumbres, una de las colecciones más exitosas y orgánicas de los escritos de Evola.
Evola fue el único gran maestro espiritual de Renato del Ponte. Como es bien sabido, fue del Ponte quien se hizo cargo y organizó la incineración y el funeral alpino en el Monte Rosa, cumpliendo así los últimos deseos del filósofo.
Durante los muchos años que vivió en Pontremoli, donde enseñó italiano y latín, continuó su labor de erudito y escritor sin interrupción, concentrándose sobre todo en la antigüedad romana e itálica, el simbolismo occidental y oriental, la sabiduría esotérica transmitida a través de la Edad Media y el Renacimiento, hechos y personalidades poco conocidos del siglo XX, así como el pensamiento de Julius Evola, también a través de la laboriosa búsqueda de artículos y escritos que rápidamente dejaban de estar disponibles porque sólo aparecían en periódicos o revistas de tirada limitada; o, de nuevo, investigando laboriosamente en el Grupo Ur. Reunió a su alrededor a un importante número de colaboradores cualificados, tanto en Italia como en el extranjero (recuerdo, entre muchos nombres, a Philippe Baillet en Francia, Marc Eemans en Bélgica, Hans Thomas Hakl en Austria), haciendo de Arthos un punto de referencia indispensable para cualquier persona interesada en la cultura tradicional de derechas. A través de él nacieron asociaciones, pequeñas editoriales, iniciativas editoriales de todo tipo.
A partir de la década de 1990, salieron a la luz sus libros más significativos, fruto de un trabajo extraordinariamente meticuloso. Debemos recordar al menos La religión de los romanos (la primera edición fue publicada por Rusconi y ganó el premio "Isola d'Elba", que el año anterior había sido concedido a Mircea Eliade); Dèi e miti italici; I Liguri. Etnogénesis de un pueblo; La ciudad de los dioses. La tradizione di Roma e la sua continuità, así como muchos otros que constituyen recopilaciones de sus escritos sobre temas concretos. Entre los muchos, recuerdo al menos Nella terra del Drago (En la tierra del dragón), un hermoso relato de un viaje al reino de Bután, un viaje planeado y soñado durante décadas, y finalmente realizado por Renato del Ponte en 2004. Dio innumerables conferencias, también en el extranjero, para importantes instituciones culturales y universidades.
Estoy seguro de que quienes le oyeron hablar, aunque sólo fuera una vez, mantuvieron vivo su recuerdo: el profesor tenía una extraordinaria capacidad para narrar, para hacer interesante cualquier tema que abordara, para elegir la palabra exacta para expresar un concepto o representar un entorno, una persona, una época. También tenía una memoria prodigiosa, que nunca dejaba de sorprenderme: recordaba de memoria pasajes enteros, nombres de autores de artículos que había leído décadas antes, incluso las fechas exactas de pequeños acontecimientos aparentemente insignificantes. Aunque su carácter era a veces un poco borde (a pesar de haber nacido en Lodi, tenía un temperamento cien por cien ligur), siempre sabía ver el lado bueno de las personas. Y a pesar de su naturaleza de auténtico "pagano", de hecho quizá precisamente porque era profundamente "pagano", no tenía nada de anticristiano: le interesaban mucho ciertos temas, como el culto a los santos, las procesiones o el simbolismo en la arquitectura sagrada medieval, porque veía en ellos el resurgir de una espiritualidad arcaica expresada a través de un lenguaje diferente.
Tuve la suerte de conocerle hace unos treinta años, cuando era muy joven. Desde entonces, habíamos hecho muchas excursiones por las montañas, organizado conferencias, charlas, presentaciones de libros; y siempre en esas ocasiones reanudábamos el diálogo que parecía haberse interrumpido un instante antes. Su simpatía "paternal" siempre me ha sido muy querida. Sé que su legado es el ejemplo que dio, sobre todo en términos de seriedad y rigor. A su esposa, hijas y nietos va el pésame de todo el Centro de Estudios La Runa.
Alberto Lombardo
Alberto Lombardo fue uno de los fundadores del Centro Studi La Runa y ha editado Algiza y los libros publicados por la asociación en años anteriores. En la actualidad actualiza el blog Huginn y Muninn, en el que se publica una presentación más extensa sobre él.
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