Behzad K. Khani, o el resentimiento contra los europeos.

 

 

 Jordi Garcia Pearce.

 

"'The Arabs are the Jews’ revenge against the Germans.' [...] Let’s start with the simple observation that we – migrants, foreigners, people of ... call us what you want – will not be going away anytime soon. And neither will you, dear bio-Deutsche. Well, demographically speaking, you are definitely going away. You are dying off at such a clip that your country will require around 400,000 new workers over the next 15 years, which means about one million immigrants per year. We migrants will probably inherit this country. We could play for time here. Time that you don’t have. [...] we are here. And we’re not only here for your pension funds, but to make sure that the old Aryan nightmare never becomes a reality in this country. [...] At least, the old nightmare will never come true, as it would require a greater degree of violence than that perpetrated by Hitler’s Germany. [...] Don’t misunderstand me. None of this justifies anything. Not our coarseness, which has become a breeding ground for the blunt violent excesses of our children. Not the obscenity that accompanies our rejection. Not our lack of imagination, our lack of prospects, our listlessness, our apathy. Not our hushed growl and not the clenched fists in our pockets. But perhaps it helps explain our healthy distrust and lack of respect for the state and its authorities."

 

 

Refugiado iraní acogido generosamente por los alemanes mientras era niño Behzad K. Khani ahora, sin embargo, acomete suciamente en su contra. Hurgando en la herida de la segunda guerra mundial para, con ésta como excusa, celebrar la extinción y reemplazo por inmigrantes como él.

Esto, publicado en el Berliner Zeitung fundado en 1945 por los ocupantes comunistas en Berlín, es un perfecto ejemplo del sesgo de la mayoría de la prensa alemana. Donde gente como Behzad K. Khani vomita impunemente su odio contra los alemanes mientras se censura cualquier oposición.

Resulta esclarecedor que los mismos medios que tildan el gran reemplazo de los europeos como paranoia de la ultraderecha a la vez se hacen eco de los inmigrantes, pero también de algunos masoquistas europeos, que lo den ya por sentado.

Éste es uno de tantos inmigrantes que nos odian y se alegran de humillarnos. Es por eso que se recrea abierta y explícitamente en la posible extinción de los alemanes, por extensión de los europeos, en nuestra tierra.

No hay motivo para que esto suceda. No hay motivo para resignarnos a ello. De hecho, la insistencia en hablar de ello radica en que necesitan adoctrinarnos en el convencimiento de que es inexorable. Para anular nuestra sana voluntad de lucha por asegurarnos el futuro. Porque todavía está a nuestro alcance.

Se presenta la etapa nacionalsocialista en Alemania como medio para blandir la culpa de los europeos. Sólo redimible a través de nuestro sacrificio final. Consistente en resignarnos, o incluso en favorecer, nuestra extinción con hecho humano.

Al ser ésta, la base de la identidad europea. De la que se deriven nuestra cultura, economía, sociedad, espiritualidad, etc. Por eso yerran quienes proclamen que los europeos somos sólo un hecho cultural refugiando su base étnica. Gente que, así, ayuda involuntariamente a quien nos quiere extinguir.

El inmigrante iraní Behzad K. Khani quiere, después, legitimar el desprecio y la violencia de otros como él contra los alemanes y sus instituciones. Pretendiendo justificar así su destrucción. Creando un vacío que, de nuevo, será llenado por otros al servicio de la hipotética nueva mayoría étnica.

Medios como el Berliner Zeitung trabajan para normalizar ese discurso de odio contra los alemanes y el resto de europeos. Para adoctrinarnos en la pretendida necesidad e inexorabilidad de nuestra aniquilación.

Es necesario responder con firmeza y perseverancia este mensaje nefasto. Como también hay que estar dispuestos a luchar por nuestra supervivencia contra quien nos deja claro que nos la niega. Tenemos el derecho y el deber.

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