UE: Construcción de una función central de inteligencia — una transformación silenciosa pero decisiva

 


Elena Fritz


En Bruselas, se está formando actualmente (https://www.ft.com/content/b8a3aee3-222b-4b4f-a1e2-e7a819ac0dd2) una estructura que será mucho más relevante para el futuro de la seguridad en Europa que muchos de los grandes titulares políticos. La Comisión Europea, bajo el liderazgo de Ursula von der Leyen, está estableciendo una función central de inteligencia y análisis que debe consolidar la información de todos los Estados miembros.

El proceso es silencioso, pero sus efectos son enormes.

Por qué esta medida ahora

Los años recientes han dejado claro cuánto depende Europa en cuestiones de seguridad. Tres desarrollos han sido especialmente determinantes:

En 2025, Francia perdió temporalmente más del 40% de sus informaciones de situación cuando EE. UU. redujo sus datos de inteligencia.

Polonia intentó en vano restablecer sus antiguos canales de inteligencia hacia Londres.

Varios servicios apenas pudieron evaluar los movimientos de tropas rusas sin datos estadounidenses. La conclusión en Bruselas:

Sin una base propia de información, Europa no puede seguir una línea de seguridad independiente.

Qué está construyendo concretamente la UE

El nuevo sistema incluye:

un centro central de situación y análisis,

personal de antiguos servicios nacionales (DGSE, BND, AIVD),

vinculación con el programa satelital IRIS² (5,7 mil millones de euros),

conexión con estructuras comunes de armamento y crisis,

un nuevo “College de Seguridad de la UE” para formar a sus propios expertos en seguridad. Esto crea por primera vez una arquitectura europea de satélites, capacidades de análisis y base industrial, una etapa previa a una verdadera competencia europea en seguridad.

El punto clave: Bruselas define ahora la situación

El cambio más importante es menos técnico que político.

Una imagen de situación compartida implica:

definición conjunta de amenazas,

una priorización más coherente en política exterior,

menos interpretaciones nacionales.

Quien define la amenaza, fija el marco en el que se desarrolla la política.

De esta forma, una parte central de la soberanía estatal se traslada silenciosamente al nivel de la UE.

Qué significa esto para Alemania

Alemania mantiene sus propios servicios.

Pero el significado de sus análisis cambia:

la información se envía a Bruselas,

la evaluación se realiza allí,

las prioridades surgen cada vez más a nivel supranacional.

Así, Alemania se convierte en portadora de la infraestructura, pero la agenda estratégica se forma por encima del Estado-nación.

Resistencia interna

La reforma es controvertida en Bruselas:

La SEAE ve su propio centro de situación (INTCEN) como debilitado.

Varios países dudan en compartir sus datos.

Otros advierten sobre mecanismos de control poco claros.

A pesar de ello, la Comisión impulsa el proceso, ya que las estructuras funcionales a menudo desarrollan una dinámica propia.

Conclusión

Europa está moldeando silenciosamente el núcleo de su arquitectura de seguridad. La nueva función de inteligencia no es un proyecto marginal, sino una piedra angular de un cambio mayor:

imágenes de situación coherentes,

marcos de interpretación comunes,

influencia creciente de la UE en cuestiones de política exterior,

una transferencia gradual de áreas de soberanía.

Se trata de la transición silenciosa de una unión puramente administrativa a un actor cada vez más estratégico.


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