El declive del neoliberalismo y el lado oscuro del capitalismo: las perspectivas de Branko Milanović sobre la transformación mundial
El economista serbio-estadounidense Branko Milanović se ha consolidado como uno de los investigadores más agudos de nuestro tiempo en desigualdad global y capitalismo. En una entrevista centrada en su obra The Great Global Transformation (2025), Milanović analiza las fuerzas históricas que han socavado desde 1989 el orden mundial neoliberal liderado por Estados Unidos.
Su análisis, sin embargo, no invita al optimismo, sino que advierte sobre el aumento de las características más destructivas del capitalismo. Según Milanović, el mundo está en transición hacia una nueva era caracterizada por el multipolarismo y un liberalismo de mercado cada vez más reducido a nivel nacional. Esto agrava aún más las crisis generadas por la globalización.
El punto de partida de Milanović hace referencia a la obra clásica de Karl Polanyi La Gran Transformación (1944). Mientras Polanyi explicaba el colapso del liberalismo de mercado del siglo XIX y sus movimientos de resistencia, Milanović hace lo mismo respecto a la globalización neoliberal actual.
El libro de Polanyi intentaba entender qué ocurrió primero — la industrialización o el colapso del nuevo orden en las décadas de 1920 y 1930. De manera similar, Milanović analiza desde la década de 1970 hasta hoy, marcada por el dominio occidental y sus desafíos. ¿Por qué cambiaron las cosas? ¿Y qué cambió?
En el núcleo de esta transformación está la ascensión de Asia, especialmente China, en la política mundial. Milanović resume este desarrollo paradójico en el prólogo de su nuevo libro: “El ascenso de China, posibilitado por el neoliberalismo global, hizo que el fin del neoliberalismo mundial fuera inevitable.”
Un análisis puramente económico presenta una visión positiva del ascenso de Asia. El producto interno bruto global se ha triplicado, y la desigualdad económica se ha reducido a medida que la pobreza en China, India y otros países densamente poblados disminuye. Sin embargo, como señala Milanović, estas tendencias globales positivas han generado nuevos problemas tanto en la política internacional como en los países.
“El ascenso de un país grande como China, con su PIB ajustado por poder adquisitivo que supera al de Estados Unidos, genera un conflicto geopolítico, ya que Estados Unidos no quiere renunciar a su hegemonía global y ve a China como un retador.”
Al mismo tiempo, las clases medias occidentales, que sufren pérdidas de empleos y caídas en los salarios, se han vuelto hacia líderes populistas. Según Milanović, “el ascenso de Asia es tan profundo que nadie puede esperar que ocurra sin dolor.”
Otra herencia clave del neoliberalismo global es la nueva clase dominante que Milanović denomina homoplutía — una élite enriquecida tanto por su capital como por empleos altamente remunerados. Tal clase social se ha formado tanto en Estados Unidos como en China, lo que difumina las afirmaciones sobre dos modelos completamente diferentes: en Estados Unidos, la élite justifica su posición con méritos y títulos, mientras que en China, la pertenencia al Partido Comunista es la clave para acceder al poder.
Milanović cita el libro de Daniel Markovits La Trampa de la Meritocracia (2019) y señala que “los ‘stahanovistas’ de hoy”, que trabajan en el sector financiero, sienten “una orgullo casi calvinista por su éxito y desprecio por aquellos que no han tenido éxito”. Esta arrogancia, combinada con las pérdidas laborales causadas por el ascenso de Asia, ha generado un amplio descontento que se ha volcado contra la élite.
El neoliberalismo se basaba en cuatro pilares: mercados libres, libertades negativas nacionales, libre comercio y cosmopolitismo. Ahora, estos pilares están cayendo. Según Milanović, no surge nada radicalmente nuevo, sino solo una modificación del pasado: “el liberalismo nacional de mercado en un mundo multipolar.”
En un sistema representado por figuras como Trump, el libre comercio y el cosmopolitismo han sido reemplazados por un proteccionismo agresivo, y el liberalismo social también sufre ataques continuos. El único elemento restante de la vieja ideología es la libertad de mercado dentro de su propia zona económica.
Milanović insiste en que Trump no solo continúa la política económica neoliberal, sino que la profundiza: recortes fiscales, desregulación y privilegios a los impuestos sobre el capital. El resultado es un sistema frágil, explosivo y que alimenta la desigualdad, que no resuelve sino que agrava las crisis generadas por la globalización.
Incluso si los líderes populistas no mejoran las condiciones de vida de sus seguidores, la resistencia contra la élite es tan fuerte que la gente los apoya igualmente. “Los insatisfechos aceptarían cualquier régimen, siempre que elimine a las élites en el poder, aunque no se beneficien de ello”, afirma Milanović.
Su visión del capitalismo es sombría: lo ve como un sistema fundamentalmente inmoral, sin fin inmediato, incluso a causa de las limitaciones de recursos. En referencia a La Sociedad del Espectáculo de Guy Debord, Milanović describe un mundo en el que todo ha sido comercializado.
“Probablemente, toda la esfera de la vida cotidiana y privada ha sido mercantilizada. La cocina está mercantilizada. La atención a perros está mercantilizada. La atención a ancianos está mercantilizada. Incluso la muerte está mercantilizada. La desaparición casi total de la familia es la última consecuencia de este fenómeno, ya que la familia se basa en funciones que no son comerciales.”
Aunque Milanović no predice explícitamente una guerra, su conclusión pesimista está clara: la dirección actual no augura nada bueno. Las características inherentes al capitalismo — egoísmo, búsqueda de beneficios y mercantilización de todo — agravan los problemas sociales en lugar de resolverlos.
Un mundo que abandona el neoliberalismo global no volverá a un estado de equilibrio, sino que se sumerge cada vez más en las tendencias más destructivas del capitalismo. La consecuencia será un orden mundial fragmentado, enojado y cada vez más peligroso.
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